Las cuentas, a priori cuadran. En caso de ser accionista de BBVA usted tendrá en este momento sus acciones – a un precio de 8.42 euros – y derechos por 0.3 euros. Para poder suscribir una acción nueva tendrá que tener cinco derechos y pagar 6.75 euros en efectivo. En caso de no ser accionista, tendrá que comprar cinco derechos en el mercado. Hasta ahí, la operación tal cual. Pero ¿qué es más rentable? ¿Comprar acciones o derechos?


El comportamiento de la acción varía en función de la oscilación de los derechos. La cotización de los derechos de BBVA “se realizan como si fuera un activo independiente en el mercado secundario, con su propio libro de órdenes…etc”. asegura
Alejandro Martín, subdirector en España de Hanseatic Brokerhouse. Quizás por eso pueda salir más rentable “comprar derechos en lugar de hacerlo directamente mediante la compra de títulos pues podría ser más barato e incluso podría utilizarse como herramienta de arbitraje, incrementando aun más la especulación de esos derechos”.

Los expertos reconocen que los últimos días de la ampliación hay venta indiscriminada de derechos, puesto que el día 20 los derechos deben valor cero. Hay expertos que aseguran que la entidad hará que ambas cotizaciones estén muy parejas. Por lo tanto, la acción nueva se podrá comprar a 7.25 euros –6.75 en concepto de prima de emisión más 5 derechos a 0.10 por derecho (poniendo el caso de que los derechos lleguen a cotizar en este nivel). Éste será el momento óptimo para entrar en el mercado por lo que podría ser una buena baza desprenderse de los derechos ahora y esperar para recomprar acciones cerca de los 7.25-7.50 euros.

Instrumentos para cubrir la cartera

Si prevemos que la acción va a caer “entraríamos cortos en CFDs”, reconoce Patricia Mata, analista de CMC Markets. Por ejemplo, si tenemos 2.000 acciones de BBVA entraríamos con 2.000 cfds de la entidad a un precio de 8 euros, lo que dejaría 16.000 euros de nominal. “Como no depositamos el 100%, sino sólo el 5%, deberíamos abonar 800 euros en concepto de garantía”. En cambio, para mantener el mismo número de acciones en el mercado, el inversor tendrá que desembolsar 2.700 euros (2.000 acciones/5 X 6.75). El primer objetivo de caída serían los 6.40 euros con un stop en el precio al que pensemos recoger beneficios. Una estrategia “con la que neutralizamos el precio de la acción, no busca obtener beneficios”.

Desde SG Warrants, Carlos García Rincón reconoce que “los warrants a menudo se asocian a estrategias de inversión con marcado tono especulativo. Sin embargo, aportan otras utilidades, como la cobertura de posiciones de contado”. Pero ¿cómo cubrirse de un potencial revés en el valor? Lo primero es elegir un warrant lo más cercano posible al nivel de cotización que se quiere cubrir “de tal forma que a los niveles actuales la referencia de los 8.65 euros sería un posible nivel a utilizar”, reconoce Rincón.Pinche aquí para ver la estrategia completa.