Patrick Pélata, director general de Operaciones de Renault, ha presentado su dimisión ante el consejo de administración de la compañía, el cual ha aceptado su renuncia, debido al escándalo relacionado con un caso de falso espionaje industrial en la empresa.

Así, la compañía automovilística cede ante las presiones del Gobierno. El Estado galo, poseedor del 15% de la compañía, había exigido, por parte de algunos ministros, que se depuraran responsabilidades por el caso en cuestión.

“Se deben respetar las reglas. Si ha habido disfunciones, deben imponerse sanciones. Es el comité el que tiene que hacerlo”, manifestó la ministra de Finanzas francesa Christine Lagarde. Incluso, la ministra contó en una radio de su país que el Gobierno francés había dado órdenes a sus dos representantes en el consejo de la automotriz para que se cumplieran las recomendaciones. Por su parte, el ministro de Industria, Eric Besson, declaró que “esta autoría pone de manifiesto la existencia de serias disfunciones en la dirección de la empresa”.

La cotización de Renault en la bolsa parisina cerró la jornada con un descenso del 2,21% hasta los 38,99 euros el precio de la acción.