Estas cifras ya suponían una desaceleración respecto a 2007, de cinco décimas para los países de la moneda única y la UE y algo mayor, de ocho décimas, para la economía española.Pero cada vez parece más claro que la crisis hipotecaria y la incertidumbre generalizada en los mercados financieros pasarán factura a Europa, aunque no tanto como a Estados Unidos, a cuya economía le amenaza la recesión.El responsable europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ya ha reconocido en varias ocasiones que los cálculos de noviembre resultan ahora demasiado optimistas y que será necesario recortar las previsiones "algunas décimas".En los últimos meses ha tenido lugar, además, un repunte significativo de la inflación en Europa, hasta su nivel más alto desde la década de 1990.La aceleración de los precios ha impedido, por el momento, que el Banco Central Europeo (BCE) apueste, como ha hecho la Reserva Federal estadounidense, por bajar los tipos de interes para impulsar la actividad.Las previsiones que hará públicas mañana la Comisión, entre las oficiales de otoño y primavera, se limitan al PIB y la inflación para el año en curso, para la eurozona y la UE y las siete economías más importantes de la Unión -Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, España, Holanda y Polonia-.Antes que el ejecutivo de la UE, el FMI ya rebajó sus previsión de crecimiento para la eurozona, hasta el 1,6%, desde el 2,1% pronosticado en octubre pasado.También la OCDE y el BCE han vaticinado una moderación mayor de la actividad en 2008 mayor de lo previsto ahora debido a la crisis financiera