Mientras, los intereses de Fortis Holding en los productos de créditos estructurados, que se han considerado generalmente como haberes tóxicos, se limitarán a 1.000 millones de euros. Además, el Estado belga proporcionará una garantía de 5.000 millones, según informa la prensa local.

Por su parte, el grupo francés mantiene su proyecto de hacerse con el control del 75% de la filial bancaria belga que el año pasado fue nacionalizada de manera provisional por el Estado belga.


El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, y su ministro de Economía, Didier Reynders, han considerado que la solución encontrada "responde a las diferentes propuestas de expertos para mejorar el valor del grupo Fortis y asociarlo a un proyecto industrial creíble".

El consejo de administración de Fortis Holding ha aprobado estos reajustes que ahora deben de recibir el visto bueno de los accionistas, añade el comunicado.