Dado que las acciones de Barclays valen ahora sólo 66,1 peniques, el banco tendría que triplicar básicamente el número de títulos expedidos al jeque Mansur y los inversores qataríes, con lo que se harían con el control del banco.
Esas acciones, sumadas a las garantías de instrumentos de capital de reserva adicionales por 3.000 millones de libras (3.210 millones de euros), darían en efecto a los árabes una participación del 67% del capital del banco.
La experta Amanda Staveley, que asesoró a los inversores árabes, escribió al jeque Mansur alertándole de las implicaciones del desplome de las acciones del banco.
Staveley insistió en la polémica cláusula para proteger la inversión frente a operaciones de venta en corto (especulaciones a la baja con las acciones del banco) una vez que el Gobierno británico levantase la prohibición de ese tipo de prácticas, como acaba de hacer.
"Se firmó esa cláusula para proteger a los inversores de Oriente Medio sin que se haya pensando para nada en proteger al banco", señaló al diario un conocedor de la situación.
Algunos han expresado su incredulidad ante el hecho de que la cláusula en cuestión pueda limitar ahora las opciones del Gobierno a la hora de rescatar al banco.
Los rumores que circulan sobre una eventual nacionalización están perjudicando a Barclays, cuyas acciones cayeron ayer por séptimo día consecutivo hasta 66.1 peniques.
Barclays ha perdido casi dos tercios de su valor en poco menos de una semana y sus cuatro mayores inversores han perdido un total de 8.500 millones de libras (9.100 millones de euros).
Según un experto de la City, "Barclays se ha pasado los últimos días insistiendo en que cuenta con suficiente capital. Eso podría funcionar en circunstancias normales, pero no ahora. El Gobierno ha dejado muy claro que lo permitirá la quiebra de un banco y que si hace falta, lo nacionalizará".

