El multimillonario estadounidense, que vive en Singapur desde hace dos años, no se muestra nada diplomático cuando explica que los británicos tenían antes el petróleo del Mar del Norte y la City de Londres, pero ahora no les queda ya nada que vender.

Rogers aconseja dimitir al primer ministro británico, Gordon Brown, aunque no antes de abolir el Banco de Inglaterra, al que acusa de no hacer más que "imprimir dinero".

El inversor recomienda a las autoridades británicas que dejen que se hundan los bancos comerciales y cita el ejemplo de Corea del Sur, Rusia y otros países, donde a la violencia financiera siguieron pronto períodos de crecimiento y prosperidad.