Sobre el papel tenemos unos tipos de interés al 1%, cifra que parecía inamovible hasta que el BCE se vio abrumado por la marcha de la economía comunitaria. Ahora, el interrogante planea sobre cuál será el aumento exacto, aunque son muchos los analistas que no lo cifran más allá del 0,25% y con carácter puntual. Con esta situación sobre la mesa, las compañías de seguros ligadas al ramo de vida serían las grandes beneficiadas, tal y como asegura Javier Flores, analista de Dracon Partners
, pues “al tener un 70% de su capital invertido en renta fija, van a tener un buen retorno en sus inversiones por la vía de la subida de la rentabilidad de los activos invertidos”. Ahora bien, en caso de una mayor subida de tipos, las aseguradoras seguirían siendo una buena opción, pero “habría que mirar hacia compañías más diversificadas”.

Y es que la subida de tipos de interés golpeará con fuerza a la renta fija frente a la variable, pues se encuentra sujeta a ellos de manera directa, y hará que el ahorro de los españoles empiece a cambiar de manos. Según Javier Martínez-Canut, responsable del Departamento de Análisis de Deutsche Bank, “el ahorro comienza a moverse hacia la renta variable por su mayor atractivo y menos hacia la renta fija dadas las previsibles subidas de tipos de interés”. Lo cierto es que no sería un escenario desconocido para los inversores; se trata de volver a la curva propia de 2009 cuando los fondos de inversión superaban a los seguros de vida. 2010 fue, sin embargo, el año en que se invirtió la tendencia. Vuelta a la renta fija frente a la variable (en la medida en que la inversión de los seguros de vida está centrada en un 70% en renta fija, aunque existan excepciones), cuando éstos experimentaron un crecimiento del 1,9%, frente al desplome de un 15,4% de los fondos de inversión, según datos elaborados por ICEA y recogidos por Aviva. “Por primera vez en la Historia, el ahorro canalizado a través de los seguros de vida ha superado al de los fondos de inversión”, destaca el consejero delegado de Aviva España, Ignacio Izquierdo.

Haciendo hincapié en ello, Martínez-Canut habla de “productos distintos, pero no excluyentes, ya que los seguros de vida invierten también en renta variable y nosotros somos especialmente positivos con la renta variable dado el escenario positivo macro y de crecimiento del PIB y resultados empresariales”.

Nadie niega, por tanto, el atractivo de la renta variable, de la misma manera que se reconoce que vendrán bandadas para sus inversores si el BCE cumple su previsión en abril. El director de Gestión de Inversis Banco, Fernando Hernández, tira de medidas al asegurar que “las curvas pronunciadas, teniendo tipos de interés en los tramos largos, más que en los cortos, suelen beneficiar a las aseguradoras” y más “en el contexto actual, con curvas más positivas a comienzos de año y en ausencia de grandes muertos en el armario, algo que sí que han tenido los bancos”, algo que hace que “las aseguradoras estén tremendamente baratas.”

Es ahí, en la rama vinculada a la longevidad, donde se registrarán los mayores beneficios vía retorno con la subida de tipos de interés “por el mayor resultado financiero que puedan lograr en la nueva producción y cartera en pólizas de vida (de larga duración) que acumulen las compañías”, según Martínez-Canut.

Lucha por el control de las cajas
2011 comenzaba siendo su año gracias al FROB y ahora el BCE ha puesto la guinda. Las cajas de ahorros deben decidirse. Sólo una única aseguradora por entidad, algo que confirmaba este lunes el director de la Dirección General de Seguros, Ricardo Lozano. “Si se traspasa al banco todo el negocio financiero, incluido el de seguros, así como la red de oficinas de cada una de las cajas, evidentemente en esa entidad cabecera sólo podrá haber un proveedor de seguros”.

Y la guerra parece abierta. Se huele la ironía en las declaraciones de sus máximos responsables que, como decía el director europeo de Banca Seguros Aviva Europa, David Angulo, “se conforman con todo”. De momento, Aviva trabaja con seis cajas, Mapre lo hace con otras 5 entidades al igual que Caser y Aegon mantiene acuerdos en cuatro cajas más. Una situación que las convierte en actores clave en un corto plazo, aunque “no debería extrañarnos”, según Javier Flores, “puesto que en un entorno favorecedor para las aseguradoras, éstas podrían tomar posiciones y volver al mercado tomando aquellas participaciones que, en algunos casos, tuvieron que deshacer”. Ahora sólo queda comprobar si tanta previsión da sus frutos antes de la gran gala de tipos que se celebrará en el mes de abril.