El portavoz del Gobierno, Ulrich Wilhelm, se negó hoy a dar detalles sobre posibles fórmulas concretas para ayudar a Opel y dijo que la reunión de esta tarde tendrá ante todo como objetivo "conocer de primera mano cuál es la situación de la empresa".
Opel ha pedido una garantía estatal de 1.000 millones de euros para poder hacer frente a inversiones en innovación en los próximos meses.
Esa garantía podrían asumirla conjuntamente el Estado y los estados federados donde la empresa tiene plantas que son Hesse, Renania del Norte Westfalia, Renania Palatinado y Turingia.
Existen temores de que, en caso de que haya ayudas financieras a Opel, estas terminen siendo absorbidas por el consorcio matriz con lo que no ayudarían a salvar los cerca de 25.000 puestos de trabajo directos que tiene la empresa en Alemania.
Entre los responsables políticos hay diferencias acerca de si la situación de Opel debe tomarse como un caso aislado y especial o si se requiere un programa de apoyo para todo el sector automotriz.
Mientras que los ministros de Economía, Michael Glos, y de Finanzas, Peer Steinbrück, se muestran reacios a un programa de apoyo general al sector, el primer ministro de Hesse, Roland Koch, ha barajado públicamente esa posibilidad.
Esta noche habrá una segunda reunión relacionada con la situación del sector automotriz en la que el ministro de Exteriores y vicecanciller, Frank-Walter Steinmeier, recibirá a los dirigentes de los comités de empresa del sector.

