El asesor económico de la AEB calculó que la deuda pública española podría llegar al 45 por ciento del PIB, aunque apuntó que en este aspecto hay bastante margen gracias a la reducción de la deuda lograda en los últimos años.

Prades no dio una estimación de la evolución del PIB para el año que viene, si bien recordó las últimas hechas por la Comisión Europea, que calcula una caída de la economía española del 0,2 por ciento, y del FMI, que eleva el descenso al 0,7 por ciento y añadió que el cuadro macroeconómico del Gobierno, que calcula un crecimiento del 1 por ciento para 2009, está "claramente desfasado".


En cualquier caso, señaló que no sería justo olvidar que España ha experimentado en los últimos años mejoras institucionales y estructurales que han hecho su economía mucho más moderna y mucho más capitalizada, además de que se han conseguido "importantes avances en la convergencia real con Europa" y la han preparado mejor para afrontar los problemas.

En opinión de este experto, los Presupuestos Generales del Estado deberían ser más expansivos y el gasto debería dirigirse a las partidas "más dinámicas" para la recuperación económica.

También consideró que "sería más útil" el apoyo estatal a las empresas que a las familias, ya que la ayuda a las empresas les puede asegurar viabilidad y mejorar su competitividad, mientras que la dirigida a los hogares puede ver disminuidos sus efectos sobre la economía española si éstos aumentan el ahorro y el consumo de bienes importados.

Medidas propuestas

Entre las medidas que propuso, reclamó la reducción de las cotizaciones sociales y del impuesto de sociedades, que en su opinión darían un "bonus de competitividad a las empresas", ya que modificarían los precios relativos en el mercado interior y exterior.

En la misma jornada, José Luis Escrivá recordó las previsiones del Servicio de Estudios del BBVA, que apuntan a un decrecimiento económico del 1 por ciento el año que viene, como ya anunció ayer esta entidad al presentar su último informe sobre la situación económica.

Para Escrivá, las medidas más útiles ante la crisis financiera son las inyecciones de liquidez, y se mostró más escéptico sobre los avales del Estado a las operaciones financieras, porque en España la mayoría de las entidades son de pequeño tamaño y no tienen acceso a los mercados interbancarios internacionales.

El director del Servicio de Estudios del BBVA señaló que el segundo retroceso consecutivo registrado por la caída alemana, del 0,4 por ciento en el tercer trimestre, "no augura nada bueno" para la economía mundial, ya que Alemania exporta bienes de equipo sobre todo a las economías emergentes y en concreto a los países del Este, por lo que una caída puede afectarles primero y después a todos los demás.