Todo ello después de que ayer el parqué neoyorkino concluyese la jornada con tendencia mixta. El Dow Jones retrocedió 0,23%; el selectivo S&P 500 bajó 0,13%; mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq avanzó 0,54%.
La falta de progreso en las negociaciones en Washington sobre un nuevo paquete de ayudas para aliviar los estragos de la crisis económica causada por la pandemia, así como los malos datos en el mercado laboral, donde se registró un fuerte aumento en el número de personas que requiere de subsidio al desempleo, no permitieron mejores expectativas de mercado.
En concreto, las nuevas peticiones de subsidios de desempleo aumentaron en la semana del 5 de diciembre en 137.000, hasta una cifra ajustada estacionalmente de 853.000, lo que representa su nivel más elevado en los últimos tres meses. Además, la lectura se sitúa muy por encima de las 721.000 peticiones que esperaban los analistas.
La media móvil de las últimas cuatro semanas de esta variable subió a su vez en 35.500 peticiones, hasta las 776.000. Por su parte, las peticiones continuadas de subsidios de desempleo descendieron en 35.140, hasta los 4,53 millones en la semana del 17 de noviembre.
Sin embargo, la reacción del mercado a los datos de paro semanal no fue todo lo negativa que cabía esperar, ya que este deterioro del mercado laboral incrementa la presión para que el Congreso apruebe un nuevo programa fiscal de ayudas a los damnificados por la pandemia.
La votación del Senado de Estados Unidos sobre una extensión de una semana al financiamiento del gobierno federal podría tener lugar hoy, según publica Reuters, mientras que la legisladora demócrata Nancy Pelosi sugirió que la disputa sobre un paquete de gastos y la ayuda por el coronavirus podría prolongarse hasta Navidad.
La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprobó el miércoles la medida provisional por 343 votos a favor y 67 en contra. Si es aprobada y el presidente Donald Trump la firma, evitaría que los programas federales se queden sin dinero el viernes a la medianoche al extender los niveles de financiamiento actuales hasta el 18 de diciembre.
La medida le da al Congreso siete días más para aprobar una medida de gasto de 1,4 billones de dólares para todas las agencias gubernamentales, desde el Pentágono hasta los parques nacionales.
La pandemia ha superado los niveles observados al inicio de la crisis, con más de 200.000 nuevas infecciones reportadas cada día y nuevos confinamientos en algunas áreas. Hasta ahora, más de 286.000 estadounidenses han muerto de COVID-19 y millones se han quedado sin trabajo.
Los líderes del Congreso esperan adjuntar un esperado paquete de ayuda COVID-19, el primero desde que se aprobó una ayuda de 3 billones de dólares durante la primavera boreal, para ayudar a mitigar los confinamientos relacionados con la pandemia, la pérdida de empleos y otras dificultades.
Tras el cierre del mercado se supo que el panel asesor de The Federal and Drugs Association (FDA) recomendó de forma oficial la distribución de la vacuna investigada de forma conjunta por Pfizer y por BioNTech para su autorización por uso de emergencia, lo que allana el camino para que la misma sea aprobada por el organismo sanitario regulatorio estadounidense, tan pronto como hoy. La votación fue de 17 votos a favor y 4 en contra, con una abstención.
Algunos miembros de la FDA mostraron su preocupación por la falta de información sobre si la vacuna puede ayudar en los casos de edades entre 16-17 años. No obstante, el comité asesor decidió finalmente en que los beneficios más que compensaban los riesgos.
El New York Times indicó, citando a fuentes cercanas a la FDA, que es probable que la vacuna se autorice con uso de emergencia mañana sábado, pero que la decisión podría aplazarse hasta el domingo o días posteriores. Según los funcionarios federales, el cargamento inicial de 6,4 millones de dosis saldrá de los almacenes 24 horas después de que la FDA otorgue su autorización.
Cerca de la mitad de dichas dosis se distribuirá por todo EEUU, mientras que la otra mitad se dejará como reserva para que los receptores reciban su segunda dosis tres semanas después. El comité asesor de la FDA también se reúne el próximo jueves para evaluar la vacuna de Moderna, que también se espera que sea autorizada como uso de emergencia en los próximos días.
La presión sobre el dólar disminuía el viernes y se encaminaba a cortar una racha de tres semanas seguidas de pérdidas, en tanto, la libra esterlina era castigada por los temores a un Brexit caótico, ya que las partes no han podido alcanzar un compromiso comercial.
El euro hacía una pausa contra el dólar tras las ganancias del jueves, cuando el Banco Central Europeo anunció una nueva ronda de estímulos que estuvieron en línea con las expectativas del mercado y los líderes de la UE alcanzaron un acuerdo sobre un paquete de ayuda económica por la pandemia.
La moneda europea ha ganado 15% desde los mínimos de tres años a los que cayó durante la crisis de los mercados en marzo y ha sumado casi 2% en dos semanas desde que finalmente perforó la barrera de 1,20 dólares.
Los precios del petróleo bajaban el viernes, aunque estaban en vías de cerrar una sexta semana consecutiva de ganancias, ya que la pronta distribución de vacunas para frenar la pandemia del COVID-19 daba esperanzas a los inversores en una recuperación de la demanda en el 2021.
En el plano empresarial, destaca que Johnson &Johnson informó ayer tras el cierre que está reduciendo el muestreo de su ensayo de la vacuna COVID-19 en EE.UU. El estudio prueba una dosis única de una vacuna de 40.000 a 60.000 voluntarios.
Adobe presentó el jueves sus beneficios correspondientes al cuarto trimestre del año, cifras que superaron las previsiones de los analistas. Los ingresos, por su parte, se situaron por encima de lo esperado.
La compañía presentó un beneficio por acción de 2,81dólares y una facturación de 3.420 millones de dólares. En lo que va de año, la acción de Adobe avanza un 46%, superando al S&P 500.
También presentó ayer sus resultados Oracle, en este caso correspondientes al segundo trimestre del año, cifras que superaron las previsiones de los analistas. Los ingresos, por su parte, se situaron por encima de lo esperado.
La compañía presentó un beneficio por acción de 1,06 dólares y una facturación de 9.800 millones. Tras estas cifras, la acción de Oracle se revaloriza un 0,8% hasta los 60,18 dólares.