Ver el vaso medio lleno o medio vacío depende claramente del ojo que lo vea. Y claramente si hablamos de Wall Street, es así y lo está demostrando claramente en este mes de agosto. Las cosas van bien, sí, sin duda. Los indicadores mejoran y el líder entre ellos, S&P 500 avanza sustancialmente ya con números positivos hasta el trimestre, aunque el saldo siga siendo negativo a doble dígito todavía en lo que va de año.
La semana pasada terminaba con avances significativos, para un Dow Jones que se recomponía con alzas del 2,92% y un Nasdaq que recuperaba por encima del 3%, en lo que ya marca su cuarta semana consecutiva al alza, más que buenas noticias. También para el S&P 500, el indicador de referencia en Wall Street, que subía un 3,26% en los cinco días bursátiles precedentes para componer también su cuarta semana consecutiva al alza.
De hecho, el S&P ha ganado un 16,7% desde los mínimos y además ha reducido a la mitad las pérdidas desde el máximo. Niveles desde los que el DOW JONES Ind Average ha ganado casi un 13% y el NASDAQ 100 un 22,6%, el mayor progreso de todos para el indicador más rezagado de Wall Street.
El ejemplo que ponemos es del S&P 500, que tras los avances semanales destaca en el mes con ganancias del 10,8% mientras que, en el trimestre, sus alzas superan el 6,3%. Todavía cede en el año un 10,20% y en interanual, las caídas se minimizan hasta el 4,20%.
Señalan los analistas que esa subida que se produjo en el indicador el pasado viernes, por encima de sus niveles técnicos clave por segunda sesión consecutiva, puede ser un indicio claro de que las acciones ya habrían tocado fondo. Hablamos del nivel de los 4.231 puntos, con un retroceso del 50% desde su nivel más bajo. Y cerraba en los 4280, en los niveles además más altos del día.
Una muy buena señal a tener en cuenta, aunque ahora hay que comprobar si es capaz de mantenerlo y evidenciar que lo peor ha pasado para la renta variable norteamericana. El factor psicológico es importante, tras la caída, mayor además de lo esperado, de la inflación en julio hasta el 8,5%, aunque habrá que esperar a ver si hay continuidad en estos recortes de precios, lo que indicaría a la Fed que las subidas de tipos están actuando favorablemente contra ella.
Un optimismo que se va reflejando en el ambiente con más datos a tener en cuenta, como que desde mediados de junio el más que castigado Nasdaq ha subido un 20% en ese periodo. Que las acciones meme, como señala Reuters, se están recuperando de forma exponencial, tras el fuerte castigo sufrido en la primera parte del año.
Al igual que el VIX que esta semana nos daba una gran noticia. El denominado indicador del miedo que marcaba mínimos por debajo de 20 que no se veían en el mercado desde abril, desde hace cuatro meses.
Todo ello en una semana, esta que empieza, en la que los inversores tendrán la oportunidad de conocer si la evolución de los datos macroeconómicos refrenda estas perspectivas positivas de las que hablan los analistas. Conoceremos los datos de vivienda, desde permisos de construcción e inicio de viviendas, correspondientes al mes de julio.
También la producción manufacturera de ese mismo mes y las ventas minoristas de julio que conoceremos el próximo miércoles, con lo que se podrá calibrar el grado de avance del consumo, fundamental para establecer indicios de recesión.