Al comienzo del verano, Twitter peleaba con Facebook, e incluso le ganaba en avances que llegaron a superar el 25% anual. Eran momentos de estrenos con el SuperFollow y los Ticked Spaces, novedades para mejorar su aplicación y hacerla más dinámica y para dejar de lado los problemas de competencia y regulación que habían dominado los meses precedentes. También los relaciones con La India.
También para monetizarlos y poder elevar los ingresos de la plataforma. Sin embargo, la parte final del periodo estival está resultando un verdadero calvario para el valor, al que ha puesto en la cima la última de Goldman Sachs. Uno de sus analistas, Eric Sheridan, se encargaba este lunes de darle la puntilla.
Goldman Sachs acaba de comenzar su cobertura sobre el valor y dice Eric Sheridan que recomienda vender las acciones de Twitter a los inversores que las tengan con precio objetivo de 60 dólares, es decir, en los niveles actuales en los que se mueve el valor.
Las razones que Sheridan arguye pasan por considerar que Twitter es una plataforma de publicación o de medios diferenciada y no una red social como tal. Y por tanto su idea sobre ella es si es capaz de transformar su caso situación para llegar a un público mucho más amplio, una base de audiencia más elevada y así poder llevar a efecto nuevas oportunidades de monetización que se alinean con la distribución actual que plantea la plataforma.
Además, destaca que no cree que Twitter logre un crecimiento compuesto de ingresos superior al 20% por año y que no alcanzará sus objetivos establecidos en el día del analista, el pasado febrero ni de usuarios ni tampoco de ingresos para 2023. Y estima también que su poder para alcanzar beneficios sigue limitado por las inversiones que realiza.
Un rapapolvo en toda regla que se ha reflejado en el mercado con recortes del 7,9% registrados en las últimas 5 sesiones, pérdidas también mensuales, que alcanzan el 7,7%, trimestrales de menor calado, algo superiores al 1,6%. En el último semestre los recortes alcanzan el 12,1% y en lo que va de año se reducen drásticamente sus ganancias, que este verano superaban el 28%. Ahora se mantienen a duras penas por encima del doble dígito, con avances del 10,53%.
Y lo peor es que se produce en un entorno en el que Sheridan acaba de indicar que el sector estadounidense de Internet tiene “un punto de vista selectivamente positivo”. Es decir que eleva hasta comprar, así como el precio objetivo de valores como Facebook, en un 20,2% de Lift, en un 28%, de Snap, también a doble dígito o de Pinterest.
En cuanto al resto de recomendaciones, desde la media de Marketwatch se destaca el consejo de mantener el valor mayoritariamente como ocurre desde hace más de tres meses. 24 analistas lo ven así, frente a 9 que apuestan por comprar el valor, uno por sobreponderarlo y 6 venderlo. Sus precios objetivos van desde los 33 dólares hasta los 90, con lo que la media se coloca en los 72,52 dólares. Desde TipRanks de los 23 analistas que siguen el valor, 6 se decantan por comprar, 13 por mantener y 4 más por vender el valor. Su precio objetivo alcanza los 71,38 dólares la acción, con lo que le otorgan un potencial medio del 19,64%.
Además de todo ello, el CEO de Twitter Jack Dorsey sigue respaldando a Bluesky, una plataforma que financia y que ya tiene CEO dos años después de concebirse. La idea es que desarrolle una tecnología que cambie de forma en el que operan las plataformas de las redes sociales.
El concepto parte de quitar el control actual a los principales motores de búsqueda y compañías de redes sociales, tales como Google o Facebook, que son quienes ahora deciden las reglas con las que se manejan y el contenido que permiten. Se trataría de devolver a su regla vital a Internet, con una descentralización a través de algoritmos de contenido que promuevan “las conversaciones saludables" y ayuden a luchar contra los discursos de odio o los abusos que se producen.