No parece que ahora mismo haya vientos a favor de Moderna en el mercado. Los que había, se están diluyendo a pesar de su marcha positiva trimestral, y de las buenas cifras más cercanas, pero en el anual la caída es ya muy profunda para el valor.
No hay más que echar un poco más la vista atrás. De acciones que apenas se cotizaban a 11,54 dólares hace tres años y que ahora se compran y venden por encima de los 135 por título y han llegado a cotizar rozando los 500 dólares en octubre del pasado año, con revalorizaciones acumuladas en el periodo pandémico del 682%, una barbaridad para sus acciones.
Tanto éxito, de momento no se puede mantener, según indican los expertos de Wall Street con la estructura actual de la compañía. Ya en el primer trimestre del año los números de ensueño del pasado ejercicio se han corregido claramente a la baja con ventas de 5.930 millones en ese periodo, frente a los 6.940 del trimestre anterior. También con ingresos recortados hasta los 126 millones desde los anteriores 194 del cuarto trimestre de 2021.
La parte del león claro para su vacuna antiCovid, Spikevax y las dosis de refuerzo. Todo ello mientras crecen por encima del 38% sus gastos en investigación, con costes clínicos más altos, también en personal, tecnología e instalaciones. Eso sí, su liquidez mejoró hasta los 19.300 millones desde los 17.600 millones con los que cerraron el pasado ejercicio.
En su gráfica de cotización vemos que el valor recorta un 1,25% en las últimas cinco sesiones, con avances en el mes de casi el 8,5% para los títulos de Moderna. Ganancias trimestrales que también se mantienen, del 11% pero las pérdidas anuales, son de cuantía y alcanzan un 43,5%.
Todo ello refleja lo que se ve a medio plazo en el mercado: la falta de un sustituto de gran éxito en su porfolio que sustituya a los viales contra la pandemia. De momento sus acuerdos de futuro sobre Spikevax alcanzan ingresos cerrados de 21.000 millones de dólares y esperan mejorar ventas ligeramente en la segunda mitad del año.
Pero no es suficiente, ya que esto lo descuentan los inversores. En lo inmediato el panel de la FDA sí ha establecido una nueva reunión el 15 de junio sobre las vacunas para los más pequeños, en bebés de 6 meses hasta los 5 años, aunque lo cierto es que la franja de edad inmediatamente posterior, desde los 5 años, no ha resultado en vacunas lo que se esperaba, por el escaso nivel de la demanda de las dosis.
La idea ahora mismo, según su CEO Stéphane Banceles expandirse más allá de las vacunas contra las enfermedades infeccionas hacia los tratamientos, y buscar candidatos para las fusiones. De momento, Moderna está implementando ensayos con su tecnología de ARN mensajero en enfermedades con el VIH y el Epstein-Barr.
Entre lo más negativo, el curioso caso acontecido con su nuevo director financiero, con potencial daño reputacional y el coste económico añadido, por un solo día de trabajo. Y es que Jorge Gómez tuvo que dimitir después de que su antigua empresa dental Dentsply Sirona presentara una investigación interna relacionada con los informes financieros del directivo, al no presentar a tiempo los resultados trimestrales. Y volverá el antiguo jefe de finanzas al grupo. La broma les ha salido por 700.000 dólares, el equivalente a un año de trabajo.
En cuanto a recomendaciones desde TipRanks, de los 10 analistas que siguen el valor, 4 optan por comprar y 5 más por mantener con la idea de uno de ellos de vender las acciones de Moderna en el mercado. Su precio objetivo medio alcanza los 240,71 dólares, con un potencial avance alcista del 67,74%.
Mientras el consenso recogido por MarketWatch coloca en 5 analistas la apuesta por comprar las acciones de Moderna en el mercado, 3 por sobreponderar, 10 más por mantener y uno por vender con un precio medio de 218,38 dólares por título. En el caso de CNN, el precio medio objetivo es menor, 199 dólares por acción con 5 expertos que optan por comprar, 3 por sobreponderar, 10, la mayoría por mantener y uno más por vender como en el caso anterior.