La intervención del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en forma de conferencia como colofón del 20 aniversario del Instituto Monetario Europeo, ha sido muy esperada, más tras las declaraciones del miembro del BCE Benoit Coeure en las que ha admitido que el banco central está estudiando seriamente imponer un tipo de interés negativo a los depósitos bancarios. Durante una entrevista con Reuters, Coeure también ha indicado que el programa de compras de bonos soberanos está listo para ser usado, pero, en su opinión, no debería utilizarse en la actualidad.
Sin embargo, lejos de dar más detalles sobre estos asuntos, Mario Draghi no ha aludido claramente a la política económica del BCE, más allá de un llamamiento a reforzar y agilizar la construcción de un fondo europeo "genuino" para planes de rescate y tenerlo listo en 5 años y ha insistido en que el mecanismo único de resolución bancaria necesitaría respaldo público, lo que algunos expertos llaman la "federalización" de Europa. Ha dicho Draghi que "una integración financiera es necesaria para que la unión monetaria sea efectiva", aunque ha reconocido que la Zone Euro "no ha conseguido sostener esta integración con éxito" .
Así, el estratega de mercado de fxmania, José Piñeiro, se preguntaba si "Draghi esperará hasta que esta unión bancaria sea efectiva para que la política económica actual surta efecto sin tomar medidas adicionales", algo que, en su opinión: "Podría ser una larga espera".
Decepción una vez más en los mercados que esperaban más pistas sobre qué hará el BCE en un futuro próximo para luchar contra el espectro de la deflación. Mucho se ha especulado, pero lo cierto es que, tal y como escribe Krishna Guha en Bloomberg, el banco central podría pronto tener que sacar la artillería pesada en forma de un programa de compra de activos similar a los de EEUU, Reino Unido y Japón. Sin embargo, se pregunta el periodista: "En una unión monetaria compuesta por 18 bonos soberanos diferentes, ¿cuál comprar?". "La mejor solución -dice- sería comprar préstamos bancarios, lo que se llamaría política de estímulos cuantitativos para el euro en forma de préstamos bancarios".