Al igual que en Europa, Estados Unidos sigue navegando por una situación en donde mantenemos la ingesta de resultados empresariales junto con los intentos de adivinar cuál va ser el devenir del comportamiento de los bancos centrales. Sin embargo, tenemos dos eventos fuera del mercado que nos están pesando mucho y que arrojan incertidumbre tanto en el corto como en el medio plazo.

Con respecto a los dos últimos, tenemos por un lado ese anuncio de Corea del Norte de que va a realizar una nueva prueba nuclear, lo que hace temer que se dispare todavía más la tensión geopolítica que desencadene un enfrentamiento militar sin precedentes, pues es la primera vez que hay tensiones de semejante calibre contra un régimen que de forma efectiva tiene armamento potencialmente nuclear y que nadie sabe muy bien si tiene escrúpulos a la hora de la verdad o no.

Por otro lado, el despido de la cabeza del FBI ha sembrado las dudas, otra vez, sobre la presidencia de Donald Trump. El escaso rendimiento político del nuevo presidente y la limpieza de las personas alrededor de la investigación de sus lazos con Rusia, vuelven a poner un interrogante sobre la capacidad de poder poner en marcha sus proyectos estrella, desde la reforma sanitaria hasta la rebaja fiscal, pasando por el plan de inversiones. Cuanto más se retrase todo esto, más tarde aparecerán los posibles efectos sobre la economía, dejando a ésta en manos de los efectos negativos del ciclo de subida de tipos de interés de la Reserva Federal.

Precisamente, hoy hemos conocido los precios de importación y de exportación, en donde hay buenas noticias para la economía, pero también ciertamente negativas, pues llevan unos cuantos meses los precios de importación subiendo sin parar, apoyados en el último mes por un resurgir del precio del crudo, pero es que si quitamos el precio de la energía, también suben, lo que significa que dentro de Estados Unidos la economía empieza a demandar más. Por lo tanto, punto positivo para la economía, debería ser beneficioso para el mercado, pero cada vez la Reserva Federal tiene más apoyos, lo que hace que se tenga un poco más de miedo a lo que pueda pasar en la reunión del mes que viene.

Pasando al lado de los datos empresariales, ayer por la tarde los dio Walt Disney y no han gustado al mercado, haciendo que en preapertura el valor descienda algo más de -2%, así que es el valor principal que mete presión bajista al Dow Jones, que en el nocturno está descendiendo un poco más de -0,14%.

En el otro lado de la moneda tenemos NVIDIA, pues está teniendo un comportamiento antes de la apertura del mercado con una subida superior al 10% tras ofrecer unas cifras que han gustado mucho al mercado, no tanto por las ventas en el sector de los videojuegos, sino por unas cifras del sector de su centro de datos que superan en un trimestre todo lo que se vendió del año pasado. Poco a poco cada vez más se están metiendo en el sector de la conducción autónoma y eso está gustando mucho a los inversores que aprovechan la fuerte bajada reciente para encontrar mejores precios.

En aspectos más generales, el precio del crudo sigue siendo un punto de referencia. Ayer, tras el cierre del mercado, el Instituto API piensa que vamos a tener una fuerte bajada de la reservas de crudo superior a los -5 millones de barriles, algo que está haciendo que el precio suba algo más del 1,2% y se acerque los 46,5 $.

90 minutos después de la apertura tendremos las cifras oficiales, así que veremos si hay algún cierre de posición aprovechando precisamente la diferencia horaria de presentación de ambos datos.

En el aspecto técnico, vean cómo están los principales índices de Estados Unidos. El Nasdaq creó ayer un nuevo máximo apoyados por el movimiento de Apple y hoy vemos que tiene algunos apoyos importantes. Por lo demás, el resto de índices tiene problemas para crear nuevos máximos o incluso acercarse de forma contundente a ellos, a excepción del SP 500 que ya está lidiando con esa zona.

Luis Javier Diez.