Desde que su fundador Jack Ma, considerado uno de los grandes líderes empresariales del país criticara abiertamente en septiembre de 2020 a las entidades financieras chinas,Alibaba no ha levantado cabeza. Primero fue el no a la considerada como mayor salida de bolsa mundial por encima de la Aramco con el frustrado estreno bursátil de Ant Financial, su brazo financiero.
A partir de ahí el ostracismo de Jack Ma, que se ha tenido que literalmente separar de la compañía, la regulación y la mirada corta sobre sus actividades, con multas y penalizaciones incluidas de las autoridades regulatorias chinas, el valor se ha visto penalizado sin fin, hasta los mínimos que marca ahora mismo.
Ahora quienes están tensando verdaderamente la cuerda son las autoridades regulatorias de Estados Unidos con otras empresas chinas, aunque ella no se ha visto afectada directamente. Pero sí se ha convertido en lo que Barron’s califica como probablemente “la empresa más barata del mundo fuera de Rusia”. En realidad, las palabras vienen del director gerente de Artisan Partners Daniel O’Keefe que ve a Alibaba como un negocio con gran solidez financiera, pero con muchos problemas sobrevenidos que sigue cotizando.
Así, el valor ha perdido más de un 13,5% en solo dos sesiones marcando mínimos históricos. En concreto algo más de ese porcentaje, por los avances en días anteriores ha caído en la última semana, en concreto un 13,8% a la baja, con recortes del 29% en el mes y del 30,6% en el trimestre para el valor. En lo que llevamos de año la caída alcanza ya el 27% y el 62% interanual.
De hecho, Alibaba se ha visto mezclada de facto en este efecto dominó, porque, aunque no está incluida entre las empresas chinas que se encuentran dentro de la lista elaborada por la Comisión de Bolsa y valores de EEUU que podrían ser eliminadas de cotización en el país si no cumplen con sus estándares contables, su cotización perdió ese día, el pasado jueves, un 7%. Una ley de diciembre de 2020 exige que las empresas extranjeras cotizadas dispongan de los documentos para fines contables y estas, no lo hacen.
De hecho, todas las empresas chinas bajaron a plomo en el mercado americano, aunque algunos expertos, como los de Citigroup consideran que los inversores están reaccionando de forma exagerada a la noticia. Considera que, si se produjera esa exclusión, no llegaría por parte de la SEC hasta 2024-2025 siempre y cuando, no dispongan de esos documentos que se les solicitan durante tres años seguidos.
Pero los inversores estadounidenses están elevando sus precauciones ante todas las empresas chinas que cotizan en Wall Street y que, el pasado año perdieron la friolera de 600.000 millones de dólares en el mercado, debido sobre todo a los problemas regulatorios que marcaban las autoridades chinas y sus noticias negativas para los valores, en especial, por su intromisión en las decisiones estratégicas de las compañías.
El hecho es que una Alibaba que llegó a valorarse, como señala Bloomberg, en más de 850.000 millones de dólares ahora mismo vale menos de 250.000 millones. En concreto su capitalización alcanza los 247.220 millones de dólares. Y sus acciones han perdido desde máximos nada menos que un 70% de su cotización. Y todo ello a pesar de su elevado volumen de negocio que, de media alcanza los 22 millones de acciones diarios.
Desde Tipranks de los 23 analistas que sigue el valor, 21 optan por comprarlo y dos por mantener con un precio objetivo medio que alcanza los 178,53 dólares y ofrece un potencial para las acciones de Alibaba de casi el 106%, desde los mínimos en los que cotiza.
Mientras, desde Citi colocan más elevado su precio objetivo, en los 200 dólares por acción, duplicando con creces su precio actual y con calificación de compra sobre el valor. Nada que ver con Morgan Stanley que prefiere con creces las acciones de JD.com frente a las suya, tras los resultados de febrero.