‘Resolviendo el sudoku’ es el título del último de los informes publicado por Bank of America Merrill Lynch respecto al Banco Central Europeo. Y es que esta es la síntesis del mercado.
¿Qué queda por resolver por parte de Mario Draghi esta vez? 

Descartada toda rebaja (por supuesto subida) adicional de los tipos de interés en la zona euro que fueron llevados a su mínimo histórico –en el 0,05%- en la pasada reunión del mes de septiembre, el consenso del mercado se centra en los programas de compra anunciados por el BCE de los que faltan aún demasiados datos que giran en torno a dos cuestiones primordiales: cuál será el tamaño del programa y cuál su duración. “El programa de ABS (Asset Back Securities) no ha madurado lo suficiente como para estimar su tamaño”, reconocen los expertos de la casa americana. Del mismo modo, “esperamos una constructiva ambigüedad” en lo que respecta a su duración.

Lejos, por lo tanto, de intentar adivinar el plazo de vencimiento que tendrá el programa de ABS, vamos con los números. Las cifras bailan en función de los analistas consultados. Ahora bien, el consenso de mercado parece tener relativamente ‘aceptada’ la previsión de 300.000 millones de euros en compras que suman las de dos programas, el de ABS (para empresas) y la compra de bonos garantizados y que fue lanzada por Reuters hace un mes en base a una encuesta entre expertos del sector.

*Cabe diferenciar los dos programas que está tratando de implementar el BCE y para los que ni tan siquiera existía una legislación previa. El programa de ABS es el que comúnmente se considera destinado a comprar deuda de empresas de carácter mediano y pequeño (PYMES). Se trata de aliviar su situación particular y resolver en cierta medida la actual iliquidez de los mercados de crédito.

El programa CB es el destinado a comprar cédulas hipotecarias emitidas por los bancos. Hablamos, por lo tanto, de financiación puramente hipotecaria. El BCE estaría aquí desahogando a los bancos de la mora de sus balances. “La morosidad es genérica para las cédulas hipotecarias. La suma total de todas ellas no puede superar el 80% del monto total de su cartera de crédito”, explica Miguel Ángel Bernal, responsable del Departamento de Renta Fija del Instituto de Estudios Bursátiles. Son similares a los conocidos MBS (mortgage back securities) muy populares en Estados Unidos.

 
A día de hoy, esos mismos analistas rebajan esta cifra hasta los 200.000 millones de euros. Con anterioridad se llegó a hablar de medio billón de euros en los próximos tres años. JP Morgan, por su parte, rebaja esta previsión de compras a unos 7.000 millones de euros mensuales, hasta los 250.000 millones entre ambos programas. “Este jueves, Mario Draghi desvelará el tope de dinero a comprar. Todo lo que sobrepase de 500.000 millones será una política agresiva por parte del Banco Central Europeo”, reconoce Miguel Ángel Bernal.


QE a la europea
"Imposible este mes. Muy improbable este año. Y simplemente posible el primer trimestre de 2015", dice contundente Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG.

No es factible y así se deduce del consenso de analistas que desplazan hasta el próximo ejercicio una política expansiva al estilo estadounidense en Europa y ni tan siquiera se muestran convencidos al 100%. 


Las palabras de SuperMario
Sin olvidar los detalles del programa de ABS, el discurso que lanzará Mario Draghi será el centro de atención de analistas y medios de comunicación y estará centrado en:
-Cronológicamente hablando aún queda por conocer la valoración que realice el BCE sobre el programa TLTRO celebrado el pasado 18 de septiembre. Recordamos que, frente a la previsión de 400.000 millones de euros, los bancos europeos solicitaron a la ventanilla del organismo tan sólo 82.600 millones. 

Previsiblemente, Draghi trasladará un mensaje de comprensión y pondrá el acento sobre el segundo TLTRO que se celebrará en el mes de diciembre. De hecho, estaría en sintonía con el consenso del mercado que considera que la banca está a la expectativa de conocer las necesidades de capitalización que se deriven de los resultados de los test de estrés y AQR que conoceremos el próximo 26 de octubre, fecha que podría confirmar el presidente del BCE este mismo jueves. 

- Previsión de la economía europea. Los expertos creen que Mario Draghi se limitará a confirmar la ralentización de nuestras finanzas en el segundo semestre del año. Hay quien piensa que el peor dato de inflación del mes de septiembre (que se situó en el 0,3% frente al 0,4% esperado) unido a la macroeconomía llevará al BCE a comprar deuda de los gobiernos. No se esperan novedades a este respecto, por el momento, este año. 

- El problema del crédito. Hay un dato que podría llevar a la reflexión. Si observamos el cuadro destinado a operaciones de mercado abierto que publica con carácter semanal el BCE, vemos cómo en la última semana la banca europea solicitó 89.000 millones de euros vía MRO (main refinancing operations) sujetas a los tipos de interés oficiales del 0,05%.  Es una cantidad superior a la solicitada en el programa TLTRO y con vencimiento a una semana. Preguntando a expertos como Bernal, se deduce que los bancos siguen prefiriendo coger dinero prestado por aquellas vías en las que no se les exige la contraprestación de conceder obligatoriamente crédito al no haber "demanda solvente". 

- El 4 de noviembre el BCE tomará el mando de supervisión única del sistema financiero europeo. Draghi podría revelar algunos de los pasos a seguir en el cambio de papeles a partir de ese momento.