CONSTRUCTORABENEFICIO 2012BENEFICIO 2013DEUDA 2012DEUDA 2013
Sacyr-978-4968.6436.642
FCC-1.028-1.506,37.0875.975,5
OHL1.005,5270,44.197,85.541,6
Ferrovial7107275.1065.352
Acciona189,7-1.9727.4826.715
ACS-1.9267024.9524.235


Comencemos colgando una medalla al sector constructor cotizado en nuestro país, ya que, en conjunto, lograron reducir su deuda. El agujero financiero de Sacyr, FCC, OHL, Ferrovial, Acciona y ACS se redujo en 2013 con respecto a 2012, desde 37.468 millones, a 34.461 millones. Sin embargo, no todas las compañías contribuyeron por igual. Hay que destacar que un 20% parte de este agujero es culpa de Acciona
. La compañía presidida por Entrecanales redujo su deuda con respecto a 2012, pero terminó el ejercicio con un endeudamiento de 6.715 millones. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que Acciona es una mezcolanza de constructora, energética y compañía de servicios y su deuda proviene en gran parte por la inversión en activos energéticos. De hecho, como desde la propia compañía explicaban, “la deuda neta descendió un 10% fundamentalmente gracias a la moderación de la inversión”. Precisamente la rama de negocio que más adoleció de la reducción de inversión neta fue la de energía, un 53,5% menos que en 2012.

Sacyr, como nos tiene acostumbrados, tampoco se quedó atrás con su deuda, pues su agujero en 2013 ascendió a 6.642 millones. No obstante, es de valorar –y por eso ha sido premiado durante todo el año bursátil 2013- que su deuda se redujo un 23,15%. La clave de este de bajó está en que desconsolidó Vallehermoso y le colgó el cartel de “se vende”. Precisamente, José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores, defiende su fuerte apuesta por Sacyr en sus fondos porque “el problema de deuda sólo se reducía a su línea de negocio Vallehermoso y el cash flow de las otras líneas de negocio sirve para cubrir el interés de dicha deuda. Además, como consecuencia de la transmisión de deuda de los bancos a la SAREB la deuda facial -1.300 millones, de los que 300 son obra terminada y 1.000 suelo- el 60% de la deuda del suelo se la llevaba el SAREB con un descuento de un 60%. Por ello, los inversores interesados en esta línea de negocio pueden aceptarle un nivel de deuda distinto al nominal que tiene”. No obstante, el problema no es su elevada deuda, sino los elevados vencimientos. Aunque en 2014 sólo tiene que enfrentarse a 730 millones de vencimientos, en 2015 se dará de bruces con 2.660 millones. (Ver: Sacyr: las cuentas frenan sus altos vuelos)

También hay que destacar en este punto que Ferrovial, aunque es la segunda constructora cotizada con menos deuda, 5.352 millones, aumentó su agujero en un 5% en el último año. Esta deuda se concentra básicamente en los 1.526 millones de deuda neta relacionada con autopistas en construcción (NTE, LBJ y NTE 3A3B) y en los 1.143 millones relacionados con las autopistas radiales (R4 y OLR) que han solicitado el concurso de acreedores. Al menos, la compañía no tiene vencimientos significativos de deuda hasta 2018 (501 millones).
Ahora bien, aunque Ferrovial fue la única que no logró reducir su deuda el pasado ejercicio, junto con ACS, fue la única que aumentó los beneficios. En 2013 la compañía presidida por Rafael del Pino ganó 727 millones de euros, un 2,4% más que en 2012, gracias, en gran parte, a los negocios internacionales, que ya representan el 68% de las ventas totales de la compañía. Dentro de éstos, hay que destacar que la cartera de servicios y construcción alcanzó su máximo histórico de 25.616 millones de euros. En esta cartera también queda claro el predominio de la actividad internacional, de la que un 64% son servicios y un 70% construcción.

Y, si Ferrovial puede presumir de aumentar su beneficio, ACS puede decir bien alto que en 2013 logró salir de las pérdidas. El año pasado la constructora presidida por Florentino Pérez ganó 702 millones de euros, dejando atrás los números rojos de 2012, ejercicio en el que perdió 1.926 millones y que se justificaron por los saneamientos de su inversión en Iberdrola. Ahora bien, el beneficio neto recurrente, excluyendo los resultados extraordinarios, fue de 580 millones de euros, un 0,3% inferior al de 2012 como consecuencia del descenso de la actividad en España y al efecto de las variaciones de los tipos de cambio. Con respecto a su deuda, ACS también logró consiguió reducir su agujero en un 14,5%.

Frente a las cuentas de Ferrovial, los peores resultados de 2013 los presentó Acciona, que entró por primera vez en su historia en números rojos. Perdió 1.972 millones de euros, pero no precisamente por sus negocios de construcción, sino por razones ajenas a la compañía y relacionadas con la reforma energética del Gobierno, y que le costaron 257 millones.

Las segundas mayor caídas de beneficios la registró FCC, con unos números rojos de 1.506,3 millones, un 46,5% mayores a los del año anterior. Ese resultado neto negativo se explica, según la propia compañía, por el fuerte ajuste en el fondo de comercio, las provisiones y las actividades interrumpidas. Sobre los ingresos, destaca la caída de la inversión en construcción en España. Además, a esto hay que unirle al aprovisionamiento de algunos activos que ascendió a 1.680 millones y que, según Javier Sánchez Rojas, director de Trading de RB Bolsa “le están penalizando a la compañía en bolsa, pero es positivo que los haya hecho”.

Aunque no salió de los números rojos, al menos Sacyr logró reducir a la mitad sus pérdidas en 2013, hasta 496 millones de euros y eso pese a que realizó dotaciones por valor de 127 millones de euros por las obras en el Canal de Panamá y de 168 millones por Vallehermoso. Además, el efecto de la reforma energética española le acarreó 58 millones de pérdidas y ha saneado parte del "escudo fiscal" por 246 millones. Si excluyéramos estos impactos extraordinarios, el beneficio neto de Sacyr habría sido de 103 millones positivos.

El grupo OHL, aunque se mantuvo en su tesitura positiva, gracias a la internacionalización, y logró un beneficio neto de 270,4 millones de euros en 2013, estos números descendieron un 73% con respecto al ejercicio anterior. Ahora bien, la caída es tan grande porque en 2012 sus cuentas se vieron “cebadas” por unas plusvalías de 1.051,3 millones de euros por la venta de sus autopistas en Brasil y Chile y de su filial de medio ambiente Inima. Pero las cuentas de OHL tienen otro “pero”, su deuda, la cual, en un año aumentó un 32%, el mayor aumento porcentual de todo el sector cotizado, lo que le imposibilitó cerrar cumpliendo el objetivo de endeudamiento de 3 veces Ebitda. La principal causa del crecimiento de la deuda la encontramos en la financiación del aumento de su peso en el capital de Abertis. En marzo compró un 3% adicional de Abertis a La Caixa e incorporó los títulos como garantía al crédito a tres años y sin recurso por valor de 971 millones que obtuvo para financiar la inversión en la constructora. OHL ya está pagando por el aumento de la deuda, que le ha acarreado la bajada de rating en un escalón por parte de Moody’s, desde Ba2 a Ba3 con perspectiva estable.
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