En principio, el grupo de Carlos Slim permanecerá un mínimo de cuatro años en el accionariado de FCC aunque, dada su naturaleza de socio industrial, se estima que su inversión en la empresa española tiene carácter de permanencia.
La compañía controlada por el empresario Carlos Slim adquirirá la totalidad de los derechos de suscripción preferentes propiedad de B-1998, controlada por Esther Koplowitz, titular del 50,1% del grupo de servicios español.

Según el acuerdo alcanzado, la firma de Carlos Slim invertirá entre 650 y 700 millones de euros entre la compra de los derechos de suscripción de B-1998, en los que desembolsará 150 millones, y la posterior suscripción de la ampliación de capital de la compañía española. Los dos principales inversores han acordado también el esquema de Gobierno Corporativo de FCC, bajo la supervisión de la CNMV. El modelo adoptado no solo cumple la actual reglamentación europea de Gobierno Corporativo sino que se adapta también a la futura norma española.

Así, el Consejo de Administración estará formado por cuatro representantes de cada uno, más tres independientes --cuya identificación y propuesta se encargará a una firma de reconocida experiencia en la selección de altos directivos— y el consejero delegado.

“Quiero expresar mi gratitud a Carlos Slim y a su familia –declara Esther Koplowitz— por su confianza en España, en FCC y sus trabajadores”. Por su parte, Carlos Slim, expresó su “confianza en el futuro de España y de FCC” y manifestó también su “aprecio y agradecimiento a Esther Koplowitz por su confianza.” Tras la firma del acuerdo, la empresaria española cierra la refinanciación de B-1998, de la que se convierte en única accionista tras la salida de los accionistas minoritarios.

Con ello, la situación de FCC es, hoy, diametralmente diferente a la de hace apenas un año ya que, gracias a las gestiones desarrolladas por Esther Koplowitz y a su compromiso con el futuro de FCC, la empresa española no solo diversifica e internacionaliza su accionariado sino que, además, resuelve el último escollo para que FCC pueda proceder a la ampliación de capital y, con ella, acometer la estrategia de desarrollo anticipada en la Junta General Extraordinaria de Accionistas del pasado 20 de noviembre.