Una de las teorías del mercado – la de la opinión contraria – dice que las verdaderas oportunidades surgen cuando se mira al lado contrario al que está mirando el mercado. Sin embargo, puede que funcione…o puede que no. El caso de BBVA y Santander siempre ha sido objeto de diferentes análisis, tanto técnicos como fundamentales.

La historia de ambas entidades ha ido siempre de la mano. A la vista, el gráfico. Sin embargo, en los últimos meses son más las voces que se han alzado en pro de BBVA que las que se han decantado por Santander. Pero si hacemos un análisis del sector, lo cierto es que hay claros y nubes en el horizonte. Los claros llegan de la mano del BCE. El organismo tendió la mano a un sector que estaba colapsado y consiguió que las entidades – y, por tanto, los países a los que pertenecían – sanearan sus balances. Eso sí, parcialmente pues todavía cuenta con una morosidad que alcanza el 13.1% de la cartera de créditos, desde el 12.9% del mes de octubre, según los últimos datos del Banco de España.

Eso sí, la parte positiva es que la morosidad se ralentiza y, por primera vez desde septiembre, cuenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España “vemos un ligero aumento del saldo total de créditos, hasta los 2500 millones de euros”. ¿Dónde? En el crédito comercial que aumenta en más de 1000 millones de euros.

Evolución de la morosidad frente a crédito. Fuente: Solunion
Porcentaje créditos dudosos



Es, quizás, el único pero que tienen actualmente estas entidades. Porque está claro que los próximos test de estrés los pasarán, y con nota. El BCE será el encargado de evaluar a 128 bancos europeos mediante una valoración de riesgo, análisis de calidad de los activos y pruebas de resistencia. Pero antes, tocarán los resultados empresariales (Ver: Resultados empresariales y PMIs de la UME)

Viendo las expectativas de crecimiento del beneficio de ambas entidades, salvo que BBVA es algo más irregular, lo cierto es ambos gráficos