Sigue el debate sucesorio en Microsoft. Steve Ballmer hace varios meses dijo que dejaría la compañía y desde entonces mucho se ha especulado sobre quién sería el encargado de llevar los mandos de la empresa. En este sentido, el principal candidato en las quinielas siempre fue Alan Mulally, actual CEO de Ford, cuyo silencio sigue generando bastantes dudas en el seno de la automovilística.
Un incesante e incómodo silencio, de hecho, para muchos responsables de la firma con sede en Detroit. Hasta el punto que el nieto del fundador tuvo que salir al paso para decir que Mulally no se marcharía al negocio fundado por Bill Gates. Sin embargo, no es suficiente para algunos miembros del consejo directivo. Hace pocos días la agencia Reuters publicaba que hay voces que critican que aún su CEO no haya salido al paso para desmentir los rumores que le sitúan manejando los entresijos de la empresa de Redmond.
En el aspecto estrictamente de negocio, los analistas de Morgan Stanley se han reunido con el departamento de relaciones con inversores que afirman que “la dirección – con independencia del sucesor - seguirá soportando la división de dispositivos”, mientras que no será sencillo vender activos como Xbox o Bing. La videoconsola estrella de Microsoft debe competir con PlayStation 4 por las ventas de cara a usuarios consumidores de videojuegos y aún los expertos de esta entidad financiera dudan de su éxito en las tiendas.
Por el contrario, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión señalan que Microsoft se encuentra en fase alcista, mientras que recibe una puntuación de 10 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.
En este sentido, este análisis técnico no señala ningún aspecto negativo. La tendencia a largo y medio plazo es creciente, el volumen es creciente y la volatilidad es decreciente en el valor.