En el artículo del pasado 13 de octubre dijimos que el objetivo  a corto plazo del S&P 500 era el 3.420. Y añadimos que si perforaba el 3.420, su siguiente objetivo sería el 3.200.

Pues bien, en la sesión de hoy el S&P 500 ha cerrado en 3.426,93.

Los 11 sectores del S&P 500 cerraron con descensos, con los sectores de servicios de salud y comunicaciones como los más débiles.

La excusa para justificar los descensos fue que “The Washington Post” informó que un acuerdo entre Pelosi  y la administración no "parecía inminente".

Gráfico diario del S&P 500

Las FANG lideraron las caídas del NASDAQ 100, que cerró en 11.634. La perforación del 11.550 abriría el camino hacia la zona de los 10.335.

Grafico diario del NASDAQ 100

Si tenemos en cuenta que el indicador de sentimiento de la CNN presenta una lectura que refleja que los inversores particulares tienen confianza en la continuación de las subidas y que el volumen de posiciones cortas sobre el VIX son elevadísimas, vamos a considerar como escenario más probable que el S&P 500 y el NASDAQ 100 sigan cayendo a corto plazo y se dirijan a la zona de los 3.200 y 10.335 respectivamente.

Si el S&P 500 y el NASDAQ 100 conseguirán mantenerse por encima de esas dos referencias, consideraremos como escenario más probable que desplieguen un nuevo tramo al alza que los devuelva a la zona de máximos.

Indice de codicia y miedo de la CNN

Los analistas y los inversores han llegado finalmene a la conclusión de que una victoria de Trump sería buena para las bolsas y una de Biden,  mejor.

La semana pasada, un economista de Bank of América dijo que el mejor escenario para los bolsas era una victoria limpia y clara del Partido Demócrata. Y la razón es sencilla: la victoria de Biden significa asegurar un mayor estímulo fiscal, dado que el Partido Demócrata controlará el Congreso y con un Biden como presidente no habrá ningún obstáculo para la aprobación de un enorme plan de estímulo fiscal.

La puesta en marcha de este paquete fiscal (enorme déficit público) debería impulsar la economía a corto plazo y provocaría un gran descenso del dólar (30%, según Dalio) y una subida del oro.

En cuanto a las bolsas,  supondría una subida acorto plazo seguida de un fuerte descenso.