Movimientos de rango estrecho, tanto al alza como a la baja, en un escenario de elevada volatilidad. Pero ninguno de ellos es destacable, como muestran los cambios de tono en el Ibex a lo largo de la presente jornada. Y esto es extensible a la mayor parte de los índices mundiales. La marcha del secundario es la lógica tras las fuertes alzas estivales que pueden anteceder al recorte que estamos presenciando: ahora, cualquier excusa será buena para abandonar posiciones. Pero la cruz de la moneda nos indica que el interés por la renta variable es creciente, y eso hace que también cualquier excusa sea buena para invertir en ella.