Los depósitos bancarios acaparan de forma rotunda el ahorro de los españoles. De hecho, en diciembre del año pasado el importe acumulado en imposiciones a plazo fijo y cuentas a la vista superó el billón de euros, algo que nunca antes había ocurrido. Pero, lejos de lo que pueda parecer, la apuesta por este producto no es directamente proporcional a lo que renta. Al menos, por el momento.
"Durante muchos años hemos vivido inmersos en la época de los tipos 0. Si eso era una buena noticia a la hora de pagar la hipoteca, no lo era tanto para los ahorradores, que mantenían su dinero sin remuneración alguna. Con el inicio de las subidas de tipos, muchos dieron por sentado que las mismas tendrían un reflejo inmediato en las cuentas remuneradas y en los depósitos, pero la realidad no ha sido esa. Aunque algunas entidades ya han empezado a remunerar algunas cuentas y a ofrecer depósitos con rentabilidad, muchas otras aún no han dado el paso de volver a pagar por los ahorros de sus clientes", señala Victoria Torre, Responsable de Oferta Digital en Self Bank.
La banca siempre gana
Los bancos se resisten a premiar el ahorro de los ciudadanos en un entorno en el que los tipos se han disparado del 0 al 3% en menos de un año, algo que tiene un resultado con dos caras muy distintas según para quién. Para los meros clientes bancarios es un problema, puesto que están viendo cómo suben los precios de todo tipo de productos y cómo se les encarece la hipoteca, mientras sus ahorros apenas crecen. Para aquellos que invierten en bancos, en cambio, es una buena señal, porque cuando éstos suben la retribución de los depósitos se estrechan sus márgenes y dan menores beneficios.
Pero, claro está, la mejor cara es para la banca, que es la que siempre gana. Aunque una veces lo haga de una manera y otras de otra... Su negocio fundamental ha sido y es captar dinero para después prestarlo con intereses mayores, y las dos vías principales para financiarse son los mercados (emisiones de deuda y mercados interbancarios), a través de la llamada financiación mayorista, y las cuentas corrientes y depósitos. Entre 2009 y 2012, las dudas generalizadas acerca de la solvencia del sector bancario español provocó que la financiación mayorista se frenara, y los bancos tuvieron que recurrir a la clientela, aumentando la remuneración de los depósitos. Ahora, las cosas han cambiado. Después de una década en la que hemos pasado por el rescate público de algunos bancos y cajas de ahorros, y escándalos como el de las participaciones preferentes, la normativa sobre requerimientos de capital se ha endurecido y la solidez de los balances del sector ha mejorado mucho. A ello ha ayudado también sobremanera unos tipos de interés oficiales bajo mínimos y otras medidas del Banco Central Europeo (BCE) en pro de los beneficios del sector.
Elevada liquidez y márgenes que no quieren estrechar
Pero el año pasado el BCE ponía fin a un largo periodo de tipos cero y empezaba a encarecer con rapidez el coste del dinero. Unas medidas que, por el momento, no están afectando a las entidades financieras de forma negativa. La industria está ingresando mucho más gracias a los créditos referenciados al Euribor, sin que todavía haya tenido que sufrir casi nada por el encarecimiento del coste de pasivo. Y es que, a pesar de haber devuelto una parte muy importante de los recursos que el BCE les prestó en los peores momentos de la pandemia, los bancos han acumulado una elevada liquidez durante los últimos años, lo que les permite no tener que sufrir apenas por captar fondos con los que apalancar sus inversiones.
Otro de los motivos para no remunerar de momento los depósitos está en los márgenes del negocio. "Durante mucho tiempo, las cuentas de las entidades financieras han sufrido una presión importante en el negocio típicamente bancario, habiendo tenido que poner en marcha otras alternativas para obtener ingresos (comisiones, venta de productos financieros, gestión de fondos de inversión, etc.). Y, si bien los bancos ya van trasladando las subidas de tipos a las hipotecas y préstamos (lo que les permite recuperar esos maltrechos márgenes), todavía se resisten a volver a estrechar los mismos, que es lo que ocurrirá si ofrecen remuneración por el dinero en efectivo", apunta la Responsable de Oferta Digital en Self Bank.
A ello se añade, más allá de liquidez y márgenes, una situación y previsiones económicas que no acompañan. A los bancos les resulta rentable pagar por el dinero de los ahorradores siempre que, a su vez, ese dinero puedan utilizarlo para prestarlo a intereses más elevados. Pero, con la amenaza de una recesión encima de la mesa, la cautela todavía impera desde el lado del sector bancario. Desde el lado del particular, la abstinencia pesa más. Está claro que no todo el mundo se puede "permitir el lujo" de pedir prestado a los intereses de hoy, de ahí que la banca espere que el crecimiento del crédito será reducido y que cuenta con recursos suficientes como para no embarcarse en una batalla por los depósitos.
Por último, no hay que olvidar que son muchos los bancos que no están pagando pero sí recibiendo por "sus ahorros". En el momento actual, la tasa de depósito del BCE está en el 2,50%; es decir, que la liquidez que las entidades no prestan y depositan en el banco central se remunera a ese tipo de interés, lo cual les garantiza unos ingresos que muchas entidades aún no quieren compartir.
En cualquier caso, y después de unos resultados de 2022 en los que los beneficios declarados han recuperado la senda ascendente, las entidades financieras españolas saben que tendrán que empezar a remunerar los depósitos, antes o después. En este sentido, Marta Alberni consultora del Área de Banca de Afi, señala que "hay que tener en cuenta que el efecto de la subida de los tipos de interés en los ingresos financieros de las entidades no es algo inmediato, como consecuencia del decalaje que existe en el reprecio de la cartera crediticia que con carácter general reprecia cada 12 meses. Dicho retardo en el reconocimiento de la subida de tipos de interés se ha hecho visible en las cuentas de resultados del año 2022, en la medida en que a tercer trimestre el margen agregado del sector apenas subía un 0,5% con una subida de los tipos base superior a los 200pb a dicha fecha. Como consecuencia, la gestión por parte de las entidades de los costes financieros asociados a los depósitos minoristas ha sido clave a la espera de que se reconozca el efecto reprecio del crédito en el margen, teniendo en cuenta también la incertidumbre que se mantenía sobre si esta rápida e intensa subida de los tipos de referencia por parte de los Bancos Centrales se iba a mantener en el tiempo. Cabe esperar que, en la medida en que los ingresos financieros de las entidades vayan reflejando esa subida de los tipos (como ya se puede observar en las presentaciones de cierre de año) las entidades comiencen a dar pasos en la remuneración de los depósitos de los clientes".
Además, guste o no, los bancos tendrán que cambiar de actitud si no quieren arriesgarse a una fuga de saldos hacia aquellas entidades más generosas con el ahorrador. De hecho, la presión de los particulares por conseguir que las entidades vuelvan a pagar algo por contratar depósitos a plazo, ha llevado a los responsables de los bancos a decir durante la presentación de los resultados anuales de 2022 que "es más interesante" para los clientes contratar fondos de inversión basados en deuda pública que ofrecen unas rentabilidades en el entorno del 2%, en lugar de dejar sus ahorros en una entidad. Pero, más allá de estas declaraciones, lo cierto es que CaixaBank, Santander y BBVA reconocen en sus presupuestos para el conjunto del ejercicio que el coste del pasivo se les va a encarecer porque acabarán ofreciendo depósitos a plazo remunerados para sus clientes.
En los puestos cola de Europa
A pesar de lo que venga, de momento, el retraso no hace sino deteriorar un poco más la reputación del sector, sobre todo si se compara con sus homólogos europeos. Las cuentas y depósitos rentan en nuestro país menos de lo que lo hacen en aquellos que han adecuado la oferta a la nueva situación de tipos, y nos coloca entre los puestos de cola de Europa en lo que respecta a los intereses que se pagan por los depósitos. De media, la banca paga en Europa por los depósitos el 70% más que en España.
Por ejemplo, si queremos colocar un depósito bancario de hasta un año, Italia y Holanda son los países europeos más rentables para ello; en ambos países la remuneración media rebasa el 1,8%, seguidas de cerca por el 1,73% de Estonia y el 1,63% de Finlandia. España es el sexto por la cola, con el 0,69%, y solo en Chipre (0,11%), Grecia (0,20%), Portugal (0,35%), Irlanda (0,47%) y Eslovenia (0,48%) los depósitos rentan menos.
Si el plazo es de hasta dos años, según los datos de Eurostat, en noviembre pasado la media europea de remuneración por imposiciones a plazo fijo era del 1,20%, frente al 0,69% español.
La brecha aumenta en depósitos a más largo plazo, con el 0,97% nacional frente al 1,81% europeo; a más de dos años es Estonia quien lidera el ránking europeo, con un 3%, junto a Luxemburgo, Lituania, Italia o Francia, que también ofrecen intereses superiores al 2%.
"El sistema bancario español está ofreciendo unos tipos de depósito a plazo más bajos que la media europea principalmente porque tiene exceso de liquidez. Esto quiere decir que no está incentivado a captar capital nuevo por esta vía, por lo que sus condiciones de depósitos son menos atractivas que si tuvieran que captar capital", explica Belén San José, CEO de Pecunia 256.
No obstante, y como contrapartida, "si observamos otras líneas del balance vemos que España está ofreciendo tipos de interés en financiación a sus empresas más ventajosos que la mayoría del resto de los principales países de Europa. Es decir, el coste para una empresa española de endeudarse con un préstamo o una hipoteca es menor que el coste en media para una empresa europea. Parece que los bancos españoles han optado por hacer más atractivos los intereses de sus ingresos corporativos, frente a los ingresos por particulares. Como consecuencia, parece lógico pensar que, en el medio plazo, cuando los bancos españoles alcancen sus objetivos de captación, equipararán los tipos de depósitos a los de sus competidores europeos", añade la CEO de Pecunia 256.
Hasta entonces, ¿cuál es la estrategia?
Así que, por el momento, y más allá de las ofertas comerciales que varios bancos hacen para conseguir que se domicilien las nóminas, sólo hemos visto ofertas de remuneración de depósitos bastante puntuales en el mercado. "Gran parte de estas ofertas de remuneración se encuentran en entidades con cuotas de mercado bastante reducidas, mientras que las principales entidades bancarias españolas han mantenido los tipos de remuneración de los depósitos contenidos con algunas ofertas puntuales dirigidas a la captación de nuevos clientes o a segmentos específicos", apunta Marta Alberni.
Con ello, y hasta que lleguen los deseados intereses por el dinero a plazo fijo, la oferta pasa por otro tipo de productos. "Si se buscan mejores condiciones que los depósitos a plazo, el sistema bancario español ofrece otros productos como fondos monetarios, o de baja duración, dónde encontrar condiciones más ventajosas para los particulares que en un depósito a plazo", señala Belén San José.
Victoria Torre también cree que hay otro tipo de productos más rentables, aunque, en muchos casos, para los bancos. "Uno de ellos sería, por ejemplo, los fondos buy&hold, que también se ven beneficiados por las subidas de tipos y son productos con buenos márgenes para las entidades. Por otro lado, la atractiva rentabilidad que ofrecen las Letras del Tesoro está haciendo que este producto gane popularidad frente a las tradicionales formas de ahorro en cuenta".
Pero no hay que perder la fe. Y menos después de que los grandes bancos hayan presentado los mejores resultados de su historia, y cuando el precio del dinero está en el 3%. Solo queda esperar que alguno abra las hostilidades y lance un depósito rompedor.