Carecemos de información respecto a los movimientos protagonizados por Aguas de Barcelona, sorprendentes por las fuertes alzas en un contexto de elevado volumen de negociación. Sobre este tipo de compañías siempre pesa la posibilidad de movimientos corporativos: cualquier movimiento brusco que les afecte hace sospechar operaciones estratégicas que impulsan al valor en cuestión, como ya sucedió también ayer con Iberia.