Lo que la guerra comercial quita, la guerra comercial lo da. Todo vuelve a girar sobre las declaraciones que haya sobre la guerra comercial. Si el fin de semana tanto Trump como Xi jingping se lanzaban nuevas amenazas en forma de aranceles, la confirmación ayer, por parte del mandatario estadounidense, de que China estaba dispuesta a sentarse de nuevo en la mesa de negociación ha dado alas a los índices continentales. Al menos a Wall Street que al cierre terminó con subidas que han servido de apoyo a las bolsas asiáticas.
Además, fruto de la reunión que mantuvieron Merkel y Trump en el G7, este confía en no tener que aplicar los aranceles sobre los vehículos alemanes mientras que Macron anunció que Francia y EEUU llegaron a un acuerdo para reducir la tasa que el gobierno de la París ha impuesto a las grandes empresas tecnológicas una vez llegue a un consenso internacional.
En Europa, la Comisión Europea aseguró ayer que Reino Unido deberá respetar los compromisos en el caso de un Brexit sin acuerdo, sobre todo lo que se refiere a la factura de salida, mientras que Boris Johnson dejó claro que, tras reunirse con varios de los principales líderes europeos en los últimos días, es ahora más optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con sus socios de la UE para un brexit ordenado.
Hablando de inestabilidad, el presidente de Italia, Sergio Mattarela había dado de plazo mañana para que los partidos llegasen a un acuerdo y formaran un nuevo gobierno de coalición. Las únicas negociaciones que se estaban llevando a cabo de forma consistente eran las que mantenían los populistas de izquierda del Movimiento 5 Estrellas y los socialistas del Partido Democrático (PD). “Uno de los principales escollos era la designación de un nuevo primer ministro, ya que el PD se negaba a que Conte continuara en el cargo. No obstante, todo parece indicar que finalmente los socialistas estarían dispuestos a que así sea, lo que facilitaría la creación de un gobierno de coalición”, aseguran los expertos de Link Securities. De no ser así, Mattarella se vería forzado a convocar nuevas elecciones en otoño. Hoy este tema serán una de las principales referencias a seguir, sobre todo por la bolsa española que es la más “condicionada” se ha venido mostrando por los acontecimientos políticos en Italia.
Por lo demás, hoy en la agenda macro pendientes de la lectura final del PIB del segundo trimestre, que apunta a una ligera contracción intertrimestral y, por la tarde en EEUU, el índice de confianza de los consumidores del mes de agosto, que podría retroceder sensiblemente desde el nivel alcanzado en julio, que fue uno de los niveles más altos del año.
A nivel empresarial, Deutsche Bank sigue en pleno proceso de reestructuración de la banca de inversión con numerosas hipótesis. Sin embargo, la división de banca comercial continúa creciendo, sobre todo fuera de Europa tal y como señala Bloomberg sobre la entidad, que estaría incrementando su plantilla en la India.
UBS se negocia después de que ayer se conociera que la entidad está siendo investigada por la presunta venta de activos inapropiados.
Salzgitter ha confirmado que no ha mantenido conversaciones con Thyssenkrupp.
Ryanair , por su parte, ha anunciado que reducirá su presencia en España y afectará a 512 empleados (Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote y Girota) al cerrar cuatro de sus trece bases en España, a pesar de que el año pasado registró su record de actividad, tanto en pasajeros transportados como en cifra de negocio. Los títulos de la compañía descuentan dos décimas en la apertura, hasta los 8,556 euros.
La inmobiliaria alemana Vonovia espera que las medidas impuestas por los políticos en Berlín sobre el recorte de los precios del alquiler supongan, para 2020, un recorte de ingresos del -10% para la compañía. Hoy sus acciones suben un 0,70% en los primeros minutos de negociación.
Por último, Vivendi presentó ayer un concurso judicial para evitar que se prive de voto en la junta extraordinaria de Mediaset el próximo 4 de septiembre, cuando tiene la intención de pronunciarse contra el proyecto de fusión de las filiales italiana y española. La compañía francesa descuenta algo más de tres décimas de su cotización, que abre en los 25,21 euros.