Estamos en un momento en que existe una desconexión entre las ganas que llevan a los inversores a tomar posiciones en activos digitales y el conocimiento necesario para hacerlo. Así lo afirma el experto de Tutellus que recuerda que el mundo cripto ha estado muchos años a un nivel de conocimiento de gente especializada y en los últimos años ha dominado bastante las conversaciones de la gente más inquieta. “Ahora empieza a tener cada vez más presencia en las conversaciones aunque hay un desconocimiento sobre de qué va, cuál es su potencial, uso...pues no sólo es una forma de especular sino que hay muchas más cosas que se pueden hacer con el mundo cripto”. 

Tantas cosas que hay muchos proyectos ligados a la tokenización, algo que podría dar una idea de cierta burbuja. “Cuando algo entra en la mente de las personas y resuena, se generan momentos en los que cosas que no tenían tanto valor se inflan y podría producirse una burbuja pero, una vez pasa la fiebre, se quedan los buenos proyectos con fundamentales potentes que lo que tiene detrás es un valor real y que se convierten en industrias que luego triunfan”. 

Una idea que comparten desde Nash 21, donde usan “el DeFi para dar solución a una necesidad del mercado de la economía tradicional, es decir, como un medio y no como un fin. Por tanto, el valor del protocolo viene dado por la sostenibilidad que el blockchain o el DeFi permiten. Pero necesariamente tiene que haber un sustento”.  Otro peligro, dice Barilari, tiene que ver con la formación “pues creemos que por haber hecho un curso sabemos de todo y la criptoeconomía es tan amplia que es imposible saber de todo. La clave para nosotros ha sido habernos rodeado de gente que sabe de un tema y es el mejor en ello”. 

En Nash 21 hacen inteligentes los contratos de alquiler, es decir, que tengan usabilidad. “Inicialmente que puedas cobrar la renta por días, que el contrato se pague solo, que se pueda dividir, vender…usar como colateral. Lo que importa es el valor agregado que le das. Le permitimos al propietario sacar del cajón un papel y hacer un contrato de alquiler de forma líquida”, asegura Barilari. 

Tutellus está siendo un trampolín para tokenizar gimnasios, inmobiliario, rental, educación…de forma que algo que es inmobiliario sea móvil “evitando que haya una barrera de entrada tan grande como es comprar una casa y sacar partido a una relación que está sujeta a un mero contrato de alquiler”. Un mundo en el que se puede meter cualquier proyecto y “el valor que añadirá la tokenización será diferente en  función de la industria ataquemos”. 

Y ¿qué modelos de negocio pueden salir de ahora en adelante con la tokenización?¿Qué impacto tendrá en la economía real? Vea la tertulia completa. 

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