La firma destaca que a mediados de mes, las plazas bursátiles recibían la noticia de los resultados positivos de los test de estrés de la banca española, lo que insufló optimismo a los mercados y despejó las dudas acerca de la solvencia del sector en España.

Esto, unido a la rebaja de la prima de riesgo de la deuda española, consecuencia de dicho optimismo, retroalimentó la evolución alcista de las bolsas, que se trasladó a las rentabilidades obtenidas por la inversión colectiva, según destaca Ahorro Corporación.

Las familias de fondos cuya rentabilidad se benefició en mayor grado de la recuperación bursátil fueron, las que presentan un mayor riesgo. Los productos puros de renta variable alcanzaron en julio un rendimiento del 3,3%, que situó la rentabilidad total del año en el 0,2%.

De esta forma, los fondos de acciones volvieron a marcar rendimientos positivos, recuperándose del negativismo del primer semestre del año. Los mixtos de renta variable ganaron un 1% y los

garantizados sumaron un 0,7%.

En cuanto al patrimonio gestionado por el total de la industria de la inversión colectiva en España, cayó un mes más, hasta los 154.300 millones de euros. No obstante, la firma señala que la parte positiva de este retroceso es que la reducción patrimonial no fue tan cuantiosa como la experimentada durante los meses precedentes.