La tasa de variación anual del IPC de EEUU de octubre alcanzó el 6,2%, ocho décimas superior a la del mes anterior y la inflación subyacente, que excluye a los productos energéticos y a los alimentos frescos, hasta el 4,6%. La inflación se sitúa en máximos de 30 años. Hay que destacar la subida del 2% de los precios del transporte, hasta situarse en tasa interanual en el 18,7%, que contrasta con el descenso de los precios de comunicaciones del 0,1%, y una variación interanual del 1,6%.
Los precios de la energía subieron en octubre un 4,8% y los de los alimentos subieron un 0,9%, según el informe del Gobierno. En concreto, los precios que pagan los consumidores por la gasolina aumentaron un 6,1% el mes pasado y han subido un 49,6% en un año.
Estas subidas históricas no sólo se están dando en Estados Unidos, también en Europa. La tasa de inflación interanual en Alemania se situó en octubre en el 4,5%, lo que representa un repunte de cuatro décimas respecto del mes anterior y la mayor subida de los precios en el país desde agosto de 1993, según los datos publicados por Destatis. En España, el IPC de octubre subió un 5,4% en términos interanuales, su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de la electricidad y de las gasolinas, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Un dato significativo es que por primera vez en mucho tiempo ha subido el oro como consecuencia del dato de inflación. El oro, considerado tradicionalmente como el mejor activo para protegerse de la inflación, parecía ‘comprar’ la idea de que la inflación era transitoria. Un cambio de tendencia del oro sería una señal más de que el mercado empieza a pensar que la inflación no es tan transitoria”, comenta Víctor Alvargonzález, socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance.
Desde un punto de vista técnico, el futuro del oro con vencimiento en el mes de diciembre se encuentra cotizando sobre el nivel psicológico de los 1.850 dólares. El analista de IG Diego Morín cree que se puede entrar en el oro si sigue por encima de los 1.850 dólares con stop en los 1.790 dólares y el objetivo sería alcanzar los 2.000 dólares, lo que le da un potencial del 7,4%.
“Si el oro consigue sostener dicho nivel, podríamos estar ante un nuevo impulso alcista en el metal precioso, después de mantenerse dentro de un rango lateral en los últimos cuatro meses. Así, la situación del oro continuará atrayendo las miradas de los inversores a medida que continúen las tensiones inflacionistas, con el reto mayor de romper la barrera de los 1.900 dólares, niveles testeados durante el pasado mes de junio”, indica.
Pablo Gil, estratega jefe de XTB, considera que el metal precioso se perfila como apuesta ganadora debido a que los tipos de interés reales cada vez son más negativos, y a que estemos viviendo en una burbuja bursátil. “Una previsible recesión por la retirada de estímulos monetarios y fiscales y la subsiguiente corrección bursátil son caldo de cultivo ideal para que el oro vuelva a brillar”, subraya.
El mercado se está volcando en el oro gracias a la inflación con el objetivo de protegerse si los cuellos de botella en los proveedores y el alza de las materias primas no empiezan a reducirse. Este lunes la secretaría del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, afirmó que la inflación seguirá siendo alta hasta que el Covid-19 esté bajo control.
Lo cierto es que el aumento de precios generalizado en las economías desarrolladas se explica por el efecto base de un año atípico como el 2020 y factores transitorios como la falta de oferta frente a la rápida reapertura económica que ha impulsado la escasez y el precios de las materias primas pero también cuenta con factores estructurales como la transición ecológica, muy demandante de bienes básicos; el acercamiento de las cadenas de producción a los países occidentales y una política monetaria de tipos bajos y compras masivas de activos desde la crisis financiera de 2008.
El oro rebota este noviembre a pesar de la subida de los rendimientos de los bonos y de la fortaleza del dólar, ya que las rentabilidades ajustadas a la inflación se mantienen en sus mínimos. “Si los responsables de la política monetaria siguen ciñéndose a la línea transitoria, el oro podría seguir recibiendo apoyo. Por supuesto, el gráfico de puntos [de la Reserva Federal] del próximo mes puede ser un gran regalo en ese frente”, arguye Craig Erlam, analista de mercados de Europa, Oriente Medio y África de Oanda.
La plata también rebota
El rebote en el oro también se está viendo en otros metales preciosos como la plata, que cotiza en máximos desde agosto en los 25,06 dólares. Asimismo, el dólar, considerado otro valor refugio, ha marcado también máximos no vistos en 16 meses.
“Los metales preciosos son una alternativa al dinero fiduciario y cuando mejor funcionan es cuando hay una pérdida de credibilidad en el sistema, que es lo que está ocurriendo en la actualidad. Porque hay una cierta retroalimentación entre los agentes económicos y la inflación. Mientras esto continúe, los metales preciosos serán una alternativa”, explica el director de análisis de Estrategias de Inversión, Luis Francisco Ruiz.
“Durante gran parte de 2020 empezamos a lanzar el mensaje de que los metales preciosos habían acumulado demasiados excesos, luego purgaron con los precios revertiendo a las medias y ahora el dinero regresa con intensidad, se mantienen las estructuras alcistas de fondo y sí pensamos que tanto el oro como la plata pueden seguir ganando terreno al alza. Si buscase refugio porque pensase que las cosas pueden ir a peor, buscaría refugio más en los metales preciosos que en otras alternativas, como son las criptodivisas, donde hay mucha especulación, están sobrecomprados y en zona de resistencia”, añade Ruiz.