Este diferencial es el más alto del último año, y duplica al mes anterior cuando la diferencia entre origen y destino se situó en el 6,20. En junio de 2008, este desfase era cuatro veces inferior y se situaba en el 6,46.

El incremento de esta diferencia se corresponde con un mantenimiento en los precios por encima de los 0,90 euros (0,92 en junio de 2009), acompañado de un descenso en el precio de origen que COAG fijó en 0,07 euros por kilo durante el pasado mes de junio, frente a los 0,15 euros por kilogramo de mayo y los 0,24 euros por kilo percibidos por los agricultores en los meses de marzo y abril.

EL 65% DE LA PATATA ES IMPORTADA.

Del mismo modo, la asociación agraria denunció que el 65% de las patatas consumidas en España en la actualidad proceden del exterior, fundamentalmente de Francia, que acapara el 50% de las importaciones de este producto.

Los españoles consumen del orden de 1,18 millones de toneladas de patata al año, de las que 539.186 toneladas son de origen francés, 83.261 de Reino Unido, 69.229 de los Países Bajos, 19.772 de Israel y 7.472 de Marruecos.

Según los datos ofrecidos por COAG, en la última década el nivel de las importaciones ha crecido de manera exponencial, pasando de las 550.000 toneladas en el año 2.000 a las más de 750.000 toneladas de la pasada campaña.

En el presente ejercicio, ni una producción un 15% mayor que en 2008, ni la calidad del tubérculo, han servido para incentivar el consumo de  patata nacional, ya que, según explicó la organización, "las cadenas de distribución han priorizado la compra de patata vieja francesa a precio reducido, apilada en los almacenes desde la campaña anterior y con una menor calidad".

"La invasión de patatas foráneas ha presionado los precios a la baja poniendo contra las cuerdas a nuestros agricultores que se muestran indefensos ante unos precios medios en el campo, (0,10 euros por Kilo), muy por debajo de los costes de producción (0,18 euros por kilo)", señaló el responsable del sector de la patata de COAG, Alberto Duque.