Los altos precios alcanzados por el suelo finalista y el endurecimiento de las condiciones de financiación por parte de las entidades financieras están comenzado a actuar como "barreras de entrada" de nuevas empresas al sector.Además, DBK estima que se seguirán sucediendo operaciones corporativas, fusiones y adquisiciones de empresas, con las que las inmobiliarias tratarán de aumentar su dimensión y diversificar su actividad y su cartera de inmuebles para hacer frente a la nueva coyuntura. La firma augura que se romperá la tendencia de crecimiento del número de empresas que el sector registra desde 1999, con un aumento acumulado del 15% entre dicho año y 2007, y del 21% sólo el pasado año respecto a 2006.En 2007 operaban en España un total de 160.000 inmobiliarias, si bien DBK destaca que se trata de un sector con alto grado de fragmentación. El 64% son sociedades sin asalariados, un centenar suman más de cien empleados y sólo 40 empresas (el 0,025% del total) tienen más de 200 trabajadores.
Las grandes, dejaron de crecer un 10% en 2007El estudio de DBK revela también que la actual coyuntura del sector comenzará a reflejarse en las cuentas de resultados de las inmobiliarias correspondientes al ejercicio 2007.Según sus datos, las veinte mayores inmobiliarias españolas redujeron hasta el 10% el crecimiento de sus ingresos en 2007, que sumaron unos 15.500 millones de euros. El aumento del pasado año equivale a un tercio respecto al del 29% registrado en 2006.La facturación de las grandes inmobiliarias rompe así la tendencia alcista de los últimos ejercicios como consecuencia del descenso de la demanda de vivienda.La firma de análisis considera que esta moderación en las ventas caracterizará al mercado inmobiliario en los próximos años, como consecuencia de los altos tipos de interés, el endurecimiento de la condiciones para obtener financiación y la moderación de la producción.Ante esta coyuntura, DBK considera que la diversificación será uno de los factores claves de la competencia en el mercado inmobiliario
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