Esta es la gran pregunta que se hacen muchos de los futuros ejecutivos de finanzas que están completando su formación y que, en breve, ocuparán puestos de responsabilidad en bancos, entidades financieras, empresas o agencias de análisis e inversión.
Santiago Ramón, Director General de CIFF Business School-Centro Internacional de Formación Financiera, trata de dar respuesta a las preguntas que se hace la sociedad, el mercado y los futuros agentes que operarán en él.



¿Sigue habiendo demanda de formación para operar en los mercados?

Siempre habrá demanda de especialistas en finanzas porque estas forman parte de la vida, están en la base económica de cualquier cosa que nos imaginemos. Lo que si que evoluciona es la especialización de esa demanda, que varía en función de las necesidades que reclaman empresas e instituciones. Antes, se requerían especialistas en operativa, análisis e inversión. Ahora, tras la crisis, el mercado está pidiendo buenos gestores de riesgos, profesionales capaces de adelantarse a las contingencias y sacar valor de lo que, a priori, podría suponer un riesgo. Pero ojo, esto no tiene nada que ver con lo que se hacía antes: especular salvajemente y exprimir el riesgo al máximo. No obstante esto no implica que ya no haya demanda de analistas y futuros brokers. Muchos de los estudiantes optan por la especialidad de análisis de inversión para operar en las bolsas.




¿Qué competencias necesita un futuro experto del mercado?
Por supuesto, a parte de las básicas técnicas de conocimiento del mercado, de su funcionamiento y de las métricas que lo componen, debe incorporar otras tantas que los tiempos requieren y que van por el área de la tecnología, la computación y la programación o el análisis de datos -Big Data-. Hay otras competencias, las que el mercado llama Soft skills, que en nuestra opinión son igual de importantes para trabajar y que tienen que ver con la capacidad para trabajar en equipo, el liderazgo, la identificación del talento, el propio y el ajeno y, por supuesto los objetivos últimos de cualquier actividad económica y financiera: comprender que las finanzas tienen que ir aparejadas de un comportamiento profesional ético que contribuya por igual al desarrollo de las organizaciones y empresas y de la sociedad en la que desarrolla su actividad.

¿Qué grado de conocimiento de operativas y análisis tienen quienes se forman en finanzas?
Antes señalaba que nuestra formación se basa en la demanda que hacen empresas y profesionales sobre un determinado perfil ejecutivo. Pero si en esta formación no les enseñamos a resolver los problemas que surgen en dichas empresas, de nada serviría lo que hacemos. Por eso el conocimiento que impartimos en nuestra escuela de negocios tiene, por supuesto una parte académica, pero sobretodo, una parte profesional, práctica, donde gente de mercados (derivados, renta variable, renta fija, etc...) imparten su día a día profesional y explican cómo resolver los retos a los que ellos se han enfrentado esa misma mañana en su banco o en su agencia de valores. Procuramos además que quienes se forman con nosotros compatibilicen, si no lo hacían antes, su formación con un trabajo en prácticas con las empresas y entidades con las que tenemos acuerdos de colaboración. En este sentido me gustaría puntualizar que nosotros no ofrecemos prácticas garantizadas como reclamo comercial. A aquellos que quieran trabajar, les acompañamos, orientamos y ayudamos pero están sujetos a los procesos de selección y sólo de su formación y habilidades dependerá su incorporación al mercado.

¿Y cuáles son las especialidades por las que se suelen decantar?
Digamos que son tres áreas las que ahora mismo ocupan el interés del mercado y de los alumnos. Análisis de inversiones, Finanzas Corporativas y Finanzas Cuantitativas. La primera, por la que inicialmente se decantan muchos futuros ejecutivos, aplica los métodos de análisis y operativa en el mercado. De hecho, a través del CFA (Chartered Financial Analyst), certificación para la que damos formación, los alumnos compiten como si fueran auténticos analistas de inversiones, a escala internacional (la final española se realiza en la Bolsa de Madrid) y conocen de primera mano lo que supone el trabajo puro de mercado, el análisis, la valoración y las recomendaciones de compra/venta de valores... Pero los tiempos que vivimos nos dicen, por lo menos a nosotros, que son las finanzas corporativas por las que muchos ejecutivos quieren optar. Valoración de empresas, financiación, fusiones y adquisiciones y, especialmente, gestión de riesgos, son las cualificaciones que entienden como más cercanas a la economía real y con mayor demanda de trabajo para un mercado global y en permanente transformación.

¿Cuando hablaba de ética, se refería también a las finanzas éticas?
Si bien forman parte de los contenidos formativos en CIFF, no me refería tanto a lo que se conoce como finanzas éticas y a los productos derivados de sus particularidades sino, precisamente, a quienes diseñan y construyen las finanzas y sus productos, al profesional ético. Nosotros fuimos de los primeros en reconocer que las escuelas de negocio tuvimos parte de culpa en la crisis, pero también hemos sido los primeros en incorporar un Código de Conducta Profesional Ética y Sostenible por el que nuestros alumnos se comprometen a trabajar desde el primer día atendiendo al bien común y al desarrollo de las personas, organizaciones y sociedades en las que ejerzan su actividad. El profesional que se forma en nuestra escuela tiene una base ética en su formación y es consciente en todo momento de que las decisiones que adopte en el futuro tendrán consecuencias en las empresas, en las personas y en la sociedad.

Esta es una nueva forma de pensar en las escuelas de negocio...
Si. La sociedad y la economía han cambiado y las escuelas de negocios, por lo menos CIFF, también. Llevamos más de una década formando a traders, brokers, CFO, analistas técnicos, analistas fundamentales, consultores de inversión, riesgos y seguros... pero también decimos que, si eres una persona que tienes la intención de estar continuamente renovándote, continuamente aprendiendo, con una especial dedicación hacia las nuevas tecnologías y, sobretodo, si crees que hay formas diferentes de hacer las cosas, especialmente en el mundo de las finanzas, CIFF es tu centro de estudios.