Dicen los expertos que, en una compañía con los conflictos que tiene actualmente
Sacyr en Panamá, mejor ni mirarla. Sin embargo, el anuncio que ha hecho hoy el gobierno español de que mediará “de forma diplomática” en el conflicto, ha sentado bien al valor. De hecho, a la espera de que la ministra de Fomento, Ana Pastor y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli se reúnan, el valor eleva en más de dos puntos porcentuales su valor en bolsa, hasta los 3,27 euros.

La obra del canal, una victoria muy buscada

Esta mañana, El Mundo publica que “el Estado respaldó a Sacyr en 2009 asegurando una fianza de 200 millones de dólares [150 millones de euros al cambio actual] por la monumental obra de ampliación del Canal de Panamá. Y lo hizo en contra del criterio de los servicios técnicos de la compañía pública aseguradora Cesce e incumpliendo procedimientos y normas, según un duro informe del Tribunal de Cuentas”.

Este órgano fiscalizador da a entender en su documento que el Gobierno de la época, el de José Luis Rodríguez Zapatero, se volcó en apoyar financieramente la victoria en el concurso de la constructora española -entonces presidida por Luis del Rivero- improvisando fórmulas contractuales y saltándose las reglas de Cesce, el consorcio de capital mixto encargado de gestionar los seguros de la operación. El Ejecutivo asumió así un inusual riesgo para el Estado en esta modalidad de seguros por ejecución de fianzas.

Política aparte, lo cierto es que el valor, que se enfrenta a la posible paralización de las obras de uno de sus grandes proyectos – la ampliación del Canal de Panamá, que supone más de un 15% de la cartera de pedidos de la constructora – ha solicitado al país sobrecostes por unos 1660 millones de dólares y ha echado un pulso: si el 20 de enero el Gobierno panameño no se hace cargo, frenará la construcción. La respuesta de Panamá no se ha hecho esperar: el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, ha asegurado hoy que los responsables del proyecto están "preparados para ser un poco agresivos" y asegurarse de que la obra se haga "lo más pronto posible".

Un nuevo golpe para un valor que ha estado en los últimos años en el ojo del huracán. Primero, por el sector al que pertenece – duramente perjudicado en el mercado nacional tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y el frenazo de las obras de las administraciones públicas – y después por la fuerte deuda que ostenta. A cierre de septiembre de 2013, la constructora tenía una deuda financiera de 5,9 millones de euros. A destacar, que durante los nueve primeros meses del año se realizaron “diversas operaciones de rotación de activos maduros y disminución de la deuda financiera que la redujeron en más de 810 millones de euros”, según datos de la propia compañía en la presentación de sus resultados.

En este entorno ¿se puede tener alguna oportunidad en el valor? Dice José Luis García, de Enbolsa.net que “este valor está realizando un tipo de consolidación lateral muy típico de los mercados alcistas, como es la figura de triangulo simétrico. Si unimos los techos descendentes de todo el proceso de consolidación de los últimos 3 meses, veremos que con la superación de los 3,95-4 se activaría una nueva señal de compra dando lugar a una posible nueva fase impulsiva”. El sector y la industria son favorables así que podemos intentar nuevos largos, “aunque yo prefiero ACS”.

Los indicadores de la Zona Premium presentan a un valor con una puntuación de 7,5, sobre 10, en la mitad de la tabla del selectivo español. Latendencia de medio plazo,  es lo único que podría nublar la tendencia alcista del valor en bolsa. 

Tendencia de medio plazo. Fuente: Estrategias de inversión
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