Según un reciente informe del que se han hecho eco en Newsmax Finance, los expertos de la entidad consideran que la tasa de reemplazo de vehículos en el país no mantendrá el ritmo actual.
El informe afirma que “la actual tasa de ventas de coches parece alta si se compara con los fundamentales de la economía a medio plazo”. En cualquier caso, los analistas que firman este informe aseguran que la implicaciones de esta afirmación serán negativas para la economía en general, aunque no demasiado”.
En concreto, calculan que el PIB podría reducirse 0,05 puntos porcentuales o, incluso, menos, si las previsiones de Goldman Sachs se hacen realidad. Hay que tener en cuenta que en el primer trimestre de este año la economía del país prácticamente se estancó al crecer un 0,2%. Precisamente el viernes ha conocido que las empresas del país crearon 223.000 empleos no agrícolas en abril y que la tasa de paro se colocó en el 5,4%, en mínimos de siete años.
Pero, ¿por qué van a descender las ventas?
En primer lugar, los analistas de la firma han comprobado que la tasa de vehículos que acaban en los desguaces sigue descendiendo, ya que sus propietarios tienen la intención de mantenerlos en funcionamiento durante más tiempo.
“Una tasa que se mantiene algo por debajo del 5%, lo que implica una cantidad de reemplazo en torno a 12,5 o 13 millones de vehículos al años. El número total de coches podría aumentar entre un 1,5 y 2 millones por ejercicio”, afirman en Goldman Sachs.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta la reducción continuada del número de conductores con licencia desde 2008, cuando comenzó la crisis de la economía. “El porcentaje de población adulta con carné ha caído alrededor de un 0,5% cada año desde 2008, sobre todo entre los más jóvenes”, aseguran en la firma.
En tercer lugar, el ratio de vehículos por número de licencia se ha reducido desde 1.23 a principio del 2000 hasta 1,17 en 2013. En la firma estiman una caída persistente de 0,1 puntos porcentuales en los próximos años.
Por último, creen que Goldman Sachs que los hogares serán cada vez menos propensos a la compra de vehículos ya que preferirán usar servicios públicos o, incluso, gracias al aumento de servicios como Uber.
“El crecimiento de la población a largo plazo estará mucho más ligada a la compra de viviendas que a la de coches. Después de todo, todo el mundo necesita un sitio para vivir, y cada vez más muchos de ellos se dan cuenta de que no necesitan un coche”, explican.
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