El esperado ajuste gradual del mercado inmobiliario se retrasa y aumenta el riesgo de una "corrección más intensa o brusca en el futuro", o sea, una crisis con efecto "menos benignos para la economía". Esa es la principal conclusión del último "informe sobre la situación inmobiliaria" elaborado por el servicio de estudios del bbva. Si el ajuste brusco finalmente tiene lugar, se produciría a medio plazo una caída abrupta de los precios de la vivienda y de la actividad promotora y constructora.