El aumento de las hipotecas ha provocado que cada vez sean más las familias obligadas a financiar sus compras mediante tarjetas de crédito y créditos rápidos. Así, la deuda ha pasado del 70% al 115% de la renta disponible entre 2000 y 2006, según datos de Caixa Catalunya.Además, un informe de BBVA señala que el creciente acceso de personas con mayor riesgo de impago a estos créditos ha endurecido sus condiciones y los tipos de interés se han situado en torno al 8,5%.La falta de legislación en este sentido no ayuda a las familias ahogadas por los intereses de este tipo de créditos, y tampoco existe regulación financiera para las intermediarias que reunifican las deudas con menores intereses en plazos superiores.