El Tesoro tiene la intención de reducir sus depósitos en la Fed, aumentando así el exceso de reservas de los bancos. La dirección de los tipos a corto plazo es por tanto más incierta. Esto exigirá un ajuste de la fontanería monetaria, según explica la gestora.

A la vista de las declaraciones de los responsables de la Fed, no vemos que el FOMC vaya a introducir cambios significativos en su análisis de la economía y los mercados tras su reunión del 17 de marzo. La reflación está en marcha y es evidente que la Fed no tiene intención de reaccionar ante la consiguiente subida de los tipos a largo plazo. Para variar, la atención se centra en los tipos a corto plazo.

El mercado monetario, donde se intercambia la liquidez a corto plazo, es una parte esencial del sistema financiero. Su buen funcionamiento depende de la capacidad de la Fed para dirigir los tipos de interés a corto plazo al mismo nivel que el tipo de interés oficial, que actualmente tiene un margen de 0-0,25%. Si hay una falta de liquidez en el mercado de fondos federales, el tipo corto efectivo puede entrar en una espiral.

En cambio, en las próximas semanas habrá demasiada liquidez. La razón es el papel que desempeña el Tesoro en el mercado monetario. El Tesoro tiene una cuenta única en la Fed (TGA). El año pasado, como medida de precaución, se incrementó en 1.200.000 millones de dólares. Para ODDO BHF, esta medida de precaución ya no es necesaria. El Tesoro tiene la intención de reducirla en unos 800.000 millones de dólares a mediados de año.

Una reducción de la TGA disminuye la cantidad de letras del Tesoro que se negocian e infla mecánicamente el exceso de reservas de los bancos. Si hay demasiada liquidez, el tipo de interés efectivo a un día (actualmente el 0,07%) podría entrar en territorio negativo, provocando todo tipo de disrupciones no deseadas en el sector financiero. Además, a partir del 1 de abril, el cálculo del Ratio de Apalancamiento Suplementario (SLR) debe tener en cuenta el exceso de reservas, poniendo fin a una exención establecida durante la emergencia de la crisis pandémica de hace un año.

A su vez, esto podría empujar a los bancos a evitar la ampliación de sus balances mediante la reducción de los préstamos. Para evitar el aumento del exceso de reservas de los bancos, la Fed podría ciertamente reducir sus compras de activos, pero en la práctica, esa reducción sólo alimentaría la volatilidad. Por lo tanto, para la gestora, eso queda descartado.

Afortunadamente, ODDO BHF concluye diciendo que hay otras formas de garantizar que la fontanería monetaria no se bloquee, como la renovación de la exención del SLR o el aumento del tipo de interés sobre el exceso de reservas (IOER, actualmente el 0,10%). La decisión podría tomarse ya el miércoles.