Reacción del IBEX 35 a las elecciones generales
El resultado de las elecciones no está pesando, como era lógico suponer, porque se han cumplido las expectativas. El hecho de que el partido que ha ganado lo haya lo haya hecho con una diferencia tan grande hace más probable que haya un gobierno estable, que en los próximos dos o tres años no tengamos un panorama inestable.
El problema es que no hay crecimiento. Tampoco son malos. La situación está muy estabilizada. El crédito en nuestro país no crece. Mientras los tipos no se muevan un poquito, la expectativa de crecimiento es lo que viene de América en general, Brasil, México y EEUU.
Va muy bien. Tiene dos grandes negocios, por un lado la construcción y luego está su inversión en Abertis. Creo que es una compañía muy equilibrada, con buenas perspectivas para medio y largo plazo. Soporte más importante en 38,00. Por arriba, tiene el camino despejado hacia los máximos de 2017.
Situación complicada. Está metida en los problemas del modelo que ha tenido los accidentes, uno de los que más se vendía de la compañía. No lo veo como para invertir en él. Creo que la incertidumbre se va a prolongar durante bastante tiempo.
Louis Vuitton y SAP
Cuando uno tiene un valor con una tendencia tan fuerte, con un movimiento como el de Louis Vuitton y Sap, uno siempre tiene la duda de si esto va a corregir. Son compañías muy buenas. Son dos compañías en la que todo es fabuloso, pero la cotización sube tanto que uno se ve tentado a vender. Lo más razonable es ir haciendo ventas parciales. Después, una vez que has tomado la decisión de vender, volver a entrar inmediatamente, sin más motivo, no tendría mucha lógica.
Los resultados están más o menos en línea. Invertir en una compañía como Repsol es invertir en una compañía que da una muy buena rentabilidad por dividendo, con un negocio más o menos estable, con las fluctuaciones del crudo. Mientras no sean caídas excesivas ni subidas más allá de lo normal, su comportamiento es más estable que el de los precios del petróleo. Es una compañía bastante estable, no de crecimiento. Una compañía más bien defensiva, con un dividendo y crecimiento a largo plazo.
Una cosa el beneficio por acción y otra cosa es dividendo que el inversor recibe. Normalmente los bancos destinan un 40% del beneficio al pago de dividendo. Me gustan los bancos porque están baratos. Al precio que tienen el riesgo es muy bajo.
Todavía no tiene ingresos. Todavía está en fase de investigación de sus productos. Es una compañía de mucho riesgo. La compañía es interesante. Técnicamente tiene un soporte en 3,4. Tiene buen aspecto. Posibilidades de irse a los 5 euros. Es una compañía difícil de valorar, porque todavía no ha comenzado a generar beneficios.
En general sigo pensando lo mismo. IAG sería de los valores que está todavía cerca de los mínimos, intentado formar un suelo. Posiblemente recuperando más adelante. Esa es la percepción que sigo teniendo. Lo que tiene en común es que son valores cíclicos que dependen del ciclo económico. Estos valores se mantienen con ciertas dudas por la situación de la economía. A IAG también le influyen los precios del petróleo. Los datos de turismo también han aflojado. Hay dudas sobre las aerolíneas europeas, que hacen que IAG esté ahí abajo.
No entra en la categoría de chicharro. Tamaño relativamente grande, tiene beneficios, expectativas de crecer, diversificada. No es un chicharro pero sí viene de una grave crisis con la caída de la construcción. Últimamente está con una mejora de expectativa. FCC tuvo un tiró fuerte el año pasado, cuando el mercado bajaba y ahora está en una fase de corrección. No veo motivos por el que vaya a desmarcar del resto del mercado. Mi recomendación sería mantenerlo.
Declaraciones a Radio Intereconomía