Nos encontramos ante un momento histórico en el que la pandemia ha modificado, en mayor o menor medida, la manera de gestionar las carteras, así como la relación con el cliente y la forma de trabajar en nuestro día a día.

Es cierto que la crisis del Covid ha puesto de manifiesto que se puede teletrabajar sin ningún problema. Las entidades han podido adaptarse estando muy cerca de los clientes a través de webinars y conferencias, pero al final el poder transmitir al equipo, el cara a cara, y el aprendizaje en conjunto es algo muy valioso.

Han surgido desafíos, pero también oportunidades para el sector del asesoramiento financiero. Asumir riesgos y alargar el horizonte temporal de las inversiones son, entre otros, los grandes retos que tendrá que afrontar la gestión de carteras en este año 2021.

Efectos de la pandemia en las carteras

Durante un tiempo, la pandemia hizo que, aún estando confinados, se pudiese estar cerca del cliente. “De alguna manera, la pandemia nos ha ayudado a fidelizar al cliente”, afirma David Bosch, Responsable de Gestión de Carteras de Andbank.

Este 2020 ha dado mayor importancia a la labor didáctica que asesores, agentes y gestores hacen con sus clientes. También se ha puesto de manifiesto la importancia de que los clientes tengan una correcta planificación financiera para así poder dar sentido a sus inversiones. Es decir, que inviertan con un sentido y objetivos concretos que les permita tomar decisiones más racionales en momentos de excesivo pánico como los que se dieron el año pasado.

Tal y como explica Javier Arizmendi, Gestor de Patrimonios de Tressis, “nosotros hemos hecho mucho hincapié en estar cerca del cliente con conferencias, webinars, etc. Nuestro gran objetivo ha sido rebajar el nivel de inquietud tan alto que se tuvo el pasado año, lo que nos ha permitido también crecer en patrimonio y fidelizar e incorporar nuevos clientes”.

La clave de lo ocurrido en 2020 tiene que ver, en gran parte, con el nivel de servicio, ya que el cliente ha necesitado que se esté ahí con él explicándole lo que estaba pasando. “El nivel de servicio se ha puesto de manifiesto y debe ser una de las claves de los retos para este año y los próximos, así como una correcta planificación financiera de las inversiones”, apunta David Cano, Socio Director de AFI.

En este sentido, se ha puesto en valor la importancia de tener cerca a un asesor que, por un lado, proteja el patrimonio de los clientes pero que, por otro, dé el confort necesario para que los clientes estén tranquilos. “Estamos en un momento en el sector en el que está en tela de juicio el valor del asesoramiento financiero. La mejor noticia ahora con los clientes es que se empiecen a fijar en el largo plazo, que no tengan una visión en el corto plazo que nos obligue a asumir riesgos muy elevados e innecesarios en los mercados. Y el reto que tenemos que asumir es devolver a los clientes la confianza en los mercados financieros”, apunta Fernando Ibáñez, Presidente de ASEAFI.

Megatendencias, gestión y posicionamiento de las carteras

La situación actual nos ha llevado no sólo a afrontar retos sino también a aprovechar oportunidades, como la implementación de megatendencias en las carteras. La pandemia ha forzado algunas de ellas a nivel de composición de carteras, lo que hace estar muy vigilante a la hora de invertir en unas cuestiones u otras.

La crisis del Covid ha servido para que el cliente sea consciente de la utilidad de las megatendencias. El Gestor de Patrimonios de Tressis destaca “la oportunidad de la aceleración de estas megatendencias como los motores de inversión en un futuro y en las que sería conveniente empezar a posicionar las carteras. En nuestro caso identificamos tres megatendencias con más fuerza: demografía, tecnología como piedra angular de todo desarrollo futuro, y energías limpias”.

Por otro lado, el Responsable de Gestión de Carteras de Andbank indica que “invertimos globalmente en distintas temáticas, estando más centrados en el cambio climático, la disrupción tecnológica, la movilidad y la seguridad en la red”.

Gestionar una cartera tiene dos objetivos básicos, que son rentabilidad y riesgo. Por ello, diversificar es cada vez más clave, sobre todo ahora que estamos en un momento donde los inversores están más centrados en el riesgo que en la rentabilidad. Ante esta situación, el inversor conservador está asumiendo algunos riesgos a los que no está acostumbrado. La responsabilidad que tienen entonces gestores, asesores y agentes es, evidentemente, controlar el riesgo y hacer una buena diversificación.

Por otro lado, la inversión socialmente responsable parece ser una tendencia que ha venido para quedarse, pero ¿es esta tendencia una obligación a la hora de escoger producto? ¿Cómo se gestiona la sostenibilidad en las carteras? Las entidades se han comprometido a tener todo esto en cuenta, tanto lo medioambiental, social y de gobierno corporativo como la sostenibilidad.

En cuanto al posicionamiento de las carteras para la primera mitad del año, desde Tressis mantienen la neutralidad en cada uno de sus perfiles de riesgo. En renta fija tienen una duración media-alta sobre todo en Europa, pensando que la normalización va a tardar mucho en llegar. En renta variable, favorecen los sectores de tecnología, salud y consumo, sectores que consideran que más van a dinamizar el crecimiento futuro y los que más rentabilidad por capital invertido están generando.

En AFI se encuentran ligeramente sobreponderados en renta variable, sobre todo en aquello que tenga que ver con megatendencias. Mientras, en Andbank se encuentran situados en un punto neutral, ligeramente sobreponderados en renta variable; su parte de renta fija básicamente es crédito.

Retos en la gestión de carteras para 2021

En los últimos meses ha habido una digitalización forzosa del sector del asesoramiento financiero. Estamos en una situación y un entorno complicado pero que supone una gran oportunidad para el sector del asesoramiento independiente.

David Bosch, Responsable de Gestión de carteras de Andbank, concluye diciendo que “hay un factor exógeno, como es el coronavirus, que no controlamos y que desestabiliza toda actividad económica. Hay que controlar el riesgo de las carteras con una vista a medio-largo plazo y ahondar en la labor pedagógica y didáctica con el cliente para hablar de producto, rentabilidad y volatilidad. Con todo ello, daremos una mayor importancia a la planificación financiera, así como a conseguir que las inversiones de los clientes tengan un claro objetivo”.

David Cano, Socio Director de AFI, considera que el gran reto no es sólo de este año sino de los próximos tres años, y radica en “cómo hacer frente a una inflación que va a repuntar con unos bancos centrales que no van a ser cómplices, ya que van a reaccionar subiendo los tipos de interés. Por tanto, la forma de conseguir batir la inflación en los próximos tres años va a ser asumiendo riesgo”.

Fernando Ibañez, Presidente de ASEAFI, puntualiza como los grandes desafíos para 2021 “la digitalización y la puesta en valor del asesoramiento financiero, así como de los retos de los mercados de obtener una rentabilidad con el riesgo adecuado para los clientes”. Aunque añade que, si tuviese que hablar de algo nuevo sobre lo que va a ocurrir este año y venideros, va a ser “la transformación sostenible del sector, que no se limita sólo a tener un fondo responsable, sino que es un cambio en la manera de gestionar, un cambio de herramientas en la toma de decisiones de inversión y, sobre todo, es la integración de políticas sostenibles. En definitiva, se trata de un cambio estratégico y profundo, un cambio para siempre, no una simple adaptación a una moda”.

Por último, Javier Arizmendi, Gestor de patrimonios de Tressis, incide en que “hay que alargar el horizonte temporal de nuestras inversiones. El mayor reto es ser un inversor conservador hoy en día. En cuanto a las megatendencias, la tecnología y todas sus ramas, como la inteligencia artificial, son piedra angular de todo desarrollo futuro”.

Asumir más riesgo, alargar el horizonte temporal de las inversiones, implementar megatendencias, diversificar las carteras, digitalizar el sector y fidelizar clientes son, en definitiva, los grandes retos para la gestión de carteras en este 2021.