De acuerdo a datos recopilados por expertos en la industria, se estima que los robo advisors podrían convertirse en una industria de unos 1.400 billones de dólares (1,4 trn americanos) a final de este 2020, con un crecimiento cercano al 50% respecto a 2019 y superior al 500% a los activos reportados en 2017.

Si bien, los primeros de ellos surgieron en EE.UU., Europa no se ha quedado atrás. Así en 2017 los activos gestionados eran de 240 mil millones de dólares (de acuerdo a datos de Statista Robo advisors market Outlook), y en tan sólo un par de años, ese volumen se cuadruplicó hasta los 980 mil millones.

El mercado de robo advisors surgió tras la crisis financiera de 2008, cuando los inversores se enfrentaron a tipos de interés cada vez menores para sus ahorros y por tanto buscaron alternativas de inversión con tarifas más bajas.

Entre las primeras de este tipo fueron las startups estadounidenses Betterment y Wealthfront, que ofrecieron servicios de planificación financiera basados en algoritmos con poca o ninguna supervisión humana. El típico robo advisor recopila información financiera de los clientes a través de una encuesta en línea y utiliza los datos para ofrecer asesoramiento e invertir automáticamente. Generalmente cobran tarifas bajas y muy por debajo de lo que cobran los asesores patrimoniales, y requieren saldos de apertura pequeños, algunas veces tan sólo 100 euros.  

Pero se enfrentan a muchos críticos, que consideran que la falta de apoyo personal a los clientes aunado a las limitaciones en productos de inversión con mayor complejidad son obstáculos que frenarán el crecimiento, aunque tal parece que los millennials no lo ven así.

En 2017 había un total de 13,1 millones de usuarios cuando un año más tarde ya habían 26,1 millones y se estima que 2019 cerró con 45,7 millones. El crecimiento es exponencial, y se espera que se mantenga en los próximos años, hasta llegar a los casi 150 millones de usuarios en 2023, lo que representa un crecimiento anual compuesto del 49,63%.

Entre los jugadores más importantes del mercado en todo el mundo destacan los ya mencionados, así como Personal Capital, Nutmeg, FutureAdvisor y Vanguard Group, y se espera que la industria norteamericana alcance un valor que supere el billón de dólares este año, incluyendo robo advisors híbridos (que son aquellos que ofrecen acceso periódico a un asesor personal, es decir, donde se compagina la gestión robotizada y humana), que es segmento más grande del mercado y el de mayor crecimiento.

China se clasifica como la segunda industria de robo-advisory en importancia, con casi 300 mil millones de dólares de activos; y se prevé que el Reino Unido alcance el valor de mercado de 24 mil millones de dólares en este año, con Alemania en cuarta posición y activos por 13 mil millones, seguido por Canadá con 8 mil millones este 2020.