El caso del fondo La Française Sub Debt cumple con la última opción. El vehículo cuenta con una antigüedad de 8 años, 700 millones en activos bajo gestión y acumula una rentabilidad en el año del 13,35%, con una volatilidad de 3,77%. El fondo de la gestora francesa, a diferencia de otros competidores, no sólo ofrece exposición a la deuda de los grandes bancos europeos a través de CoCos AT1 y LT2, sino que también incluye deuda híbrida corporativa, entre las que figuran Iberdrola o Ferrovial, y de aseguradoras.

La estrategia de inversión del vehículo que gestiona Paul Gurzal busca “aprovecharse de oportunidades asociadas a la deuda subordinada anticipándose a la futura normativa sobre emisión de este tipo de deuda”. El objetivo del fondo es lograr una rentabilidad media anualizada superior al 7%, algo que consiguen en la rentabilidad anualizada a cinco años donde llega al 8,34% mientras que no lo llega a cumplir en la rentabilidad media a tres años que se queda en el 6,27%.

Los CoCos pesan en la cartera del La Française Sub Debt un 56%, mientras que el segundo producto que más pesa es la deuda híbrida con el 23,23% y las aseguradoras un 11,3%. Por países, un 28,43% del patrimonio está invertido en compañías y entidades francesas, un 15,36% en Holanda y el tercer país con mayor exposición del fondo es España, que tiene un peso ponderado del 13,85%. Italia, Alemania y Reino Unido son otros de los países en los que están invertido este vehículo.

“Una de nuestras principales posiciones es Banco Santander, tenemos también deuda de BBVA, y hemos visto algo volatilidad por Cataluña en CaixaBank y Banco Sabadell. Nos gusta también el cupón que tiene Cajamar y que Liberbank haya salido a bolsa, aunque son dos bancos que por el tipo de entidades que buscamos no las tenemos en cartera”, explica el gestor del fondo, Jeremie Boudinet en un acto con inversores.

El rating medio de las emisiones del vehículo es de BB+, mientras que el rating medio de los emisores es BBB+, en eso fino margen entre deuda con grado de inversión y aquella con grado de especulación o ‘high yield’. Las entidades que más pesan en el fondo son Crédit Agricole, Société Générale, Edf, Commerzbank, Banco Santander o Intesa Sanpaolo.

“Huimos de algunos bancos griegos como el Banco Nacional de Grecia, el BCP de Portugal o algunas entidades italianas, creemos que Italia es como España hace cinco años”, apunta Boudinet.

En el punto de mira de la gestora está la integración que hará el Banco Santander de los activos de Banco Popular y la adquisición de BMN por parte de Bankia. También están pendientes de lo que ocurra en la recapitalización de Banca Monte dei Paschi di Siena, la adquisición de los activos saneados de Vicenza y Veneto Banca por un euro por parte de Intesa Sanpaolo.

La gestora apunta que la banca afronta tres retos en las próximas fechas: la regulación, la reestructuración y reflación. Esta última por el continuo aumento de la curva de rendimiento, y el aumento de los márgenes para los bancos; la reestructuración básicamente por la pendiente integración de algunos bancos españoles e italianos, el proceso de incremento de márgenes que está llevando a cabo el Deutsche Bank después de la crisis que vivió en el verano de 2016; y la regulación que llega de la mano de MiFID, el retraso en la aplicación de Basilea IV y los menores requisitos CET 1 en la UE.

Otras de las ideas que apuntan desde La Française es que los riesgos de los CoCos son menores de los percibidos en la actualidad, los bancos se van beneficiar de las tendencias fundamentales positivas y que  las valoraciones son atractivas en general. “Cuando inviertes en CoCos a veces pierdes la inversión como en el caso de Banco Popular, son productos que no son recuperables”, indica el gestor.