Actualmente el dividendo de la compañía es de 1.15 euros por acción, cifra que a partir del año que viene ascenderá a 1.40 euros/acción, lo que supone un reparto de dos mil millones de euros. Así, la rentabilidad por dividendo media a dos años (2010-2012) será de 6.67%, superando a Criteria –se calcula que será del 6.52% anual- y Endesa –en el 6.29%- ahora por encima de Telefónica. Otro aspecto positivo de dicho aumento es el buen comportamiento que suelen tener las empresas con un historial de pagos al accionista positivo en el momento de hacer frente a la volatilidad en los mercados, algo que los analistas anuncian que pueda producirse este mes de octubre por las sucesivas presentaciones de resultados que se van a dar.

Así, con este dato, el peso pesado preferido por los expertos, cumple las previsiones y se consolida no sólo como líder en valor bursátil, sino también en retribución en efectivo. Además, su política de recompra de acciones propias ha sido modificada en positivo, destinando en el 2010 “alrededor de tres millones de euros más a recomprar acciones”, tal y como preveía Leonardo Lara, gestor de fondos de Metagestión.

Entre el resto de temas que se han anunciado están la tasa acumulada del crecimiento anual, o CARG por sus siglas en inglés, de ingresos que será de entre el 1% y el 4% hasta 2012 o el anuncio de que la depreciación de la divisa no traerá consecuencia para Telefónica. (…)

CONSECUENCIAS PARA EL VALOR

“Telefónica es una de las favoritas para tener en cartera”, afirma Paula Hausmann, gestora de patrimonios de Agenbolsa. El valor, ya fuerte de por sí, ha visto como la especulación previa a la celebración de un acto como el de hoy ha reforzado su posición. Sin embargo, y al contrario de lo que sucedió hace dos años, cuando se celebró el último “Día del inversor”, el título no sólo tiene difícil dispararse, sino que “podría sufrir un estancamiento”, tal y como alerta Alejandro Varela, gestor de fondos de Renta 4. No obstante, el frenazo sería anecdótico y los recortes, de producirse, poco pronunciados, ya que, como informa la trayectoria de Telefónica, hace que técnicamente “no tenga otro objetivo que alcanzar sus máximos históricos, situado en 21.50 euros”, según Roberto Moro, director de estrategias de Moro y Valverde Asesores.

Con estos pronósticos no extrañan las recomendaciones que recaen sobre la reina del sector de las telecomunicaciones. Tanto Alejandro Varela como Roberto Moro coinciden en aconsejar “mantenerse a quienes ya estén dentro y esperar recortes a los inversores con intención de empezar a comprar”. Leonardo Lara, gestor de fondos de Metagestión apoya dichas posiciones y matiza que “en caso de que el título se dispare habría que buscar liquidez”.

CONSOLIDACIÓN DE MERCADOS

“Sus buenas perspectivas de negocio y su solidez actual con expectativas de crecimiento en determinadas zonas siguen apoyando a la compañía”, aseguraba Paula Hausmann, gestora de patrimonios de Agenbolsa. Gran parte del éxito de la compañía reside en su buena política de expansión que compensa el debilitamiento sufrido en España. No obstante, la operadora ha lanzado un mensaje de optimismo basado en la recuperación del mercado nacional y el incremento de los márgenes en Latinoamérica, especialmente en el mercado brasileño, segundo de la compañía, en el que pretende seguir siendo una seria competencia para Oi –operador número uno del país carioca- y donde además, lucha por controlar a GTV mediante la contraopa lanzada a través de su filial Telesp con “lo que intenta evitar que Vivendi no lleve a cabo la OPA que había lanzado por 42 reales, evitándose así, otro competidor en Brasil”, como señala Antonio Aspas, director de Aspas Inversiones.

Con respecto al mercado chino, Telefónica pretende aprovechar las sinergias con China Unicom, después de conocerse que será socio único y estratégico del segundo operador de telefonía celular del gigante asiático, con lo que logrará elevar su participación del 8.06% al 8.37% del capital de China Unicom tras la salida de South Korean Telecom del accionariado y la amortización de las acciones que controla éste en la actualidad. Y por último, en lo que se refiere a Europa, destacan los movimientos en el mercado italiano, donde parece que Telefónica continuará como principal accionista de Telecom Italia, pese a las presiones políticas que llegan del país transalpino.

Por tanto, “la compañía no emprenderá operaciones más grandes”, tal y como ya anunció su presidente, César Alierta. Semejante afirmación tendría que ser suficiente para conseguir la tranquilidad y confianza de sus inversores, ya que “sólo un movimiento corporativo significativo podría frenar el avance de la compañía”, apuntaba esta misma semana Alejandro Valera.

Con todo ello, parece imposible que el principal valor de la bolsa española pueda perder su trono y en consecuencia, que su política de remuneración deje de ser la envidia del resto de compañías.