Son muchos los frentes que tiene que resolver la petrolera nacional. El primero, el de sus resultados. Las previsiones apuntan a que podría anunciar una caída del 54% en los beneficios del cuarto trimestre, lastrados por las interrupciones en Libia y los débiles márgenes de refino
. El resultado neto del consenso de Reuters - calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición – de 590 millones de euros. Una cifra que no incluiría los extraordinarios como la provisión de YPF o las ganancias derivadas de la venta del negocio de GNL a Royal Dutch Shell.

El tema de YPF es otro de los frentes que tiene la petrolera. El conflicto entre la petrolera y el gobierno de Christina Kirchner se ha saldado con la firma de un acuerdo que valora el 51% de YPF en 5.000 millones de dólares y que la compañía española recibirá en bonos argentinos.

El valor, aprobado en los indicadores


Y por último, la cotización. La compañía en lo que va de año cae un 0.6%, frente a la subida del 2.7% de su índice de referencia. Aun así, es una de las acciones que hay en cartera Premium pues “la serie de precios conserva una estructura de máximos / mínimos crecientes con las medias móviles cruzadas al alza y un volumen de contratación creciente. Una combinación que nos permite mantener posiciones largas o compradoras abiertas”.

Una combinación que además le da una puntuación de seis en los indicadores de la zona Premium, que muestran un valor en consolidación, donde la tendencia de medio plazo junto con un momento total rápido negativo y un volumen de largo plazo decreciente pueden ser los factores que enturbien la actual tendencia de la compañía.

Evolución de Repsol