Todavía con la resaca del BCE, se comienzan a dar algunos detalles sobre los próximos test de estrés. El último es el que habla de que podría no considerar como capital la activación de créditos fiscales diferidos y el fondo de comercio generado en la compra de entidades para los test de estrés realizados en el sector. ¿Cree que habrá alguna sorpresa en los próximos test de estrés?
“Llevamos siete años en lo que los bancos han sido castigados por haber jugado antes. Los bancos centrales no quieren que se repita nuevamente la historia, no quieren que los bancos vuelvan a jugar con el dinero y están poniendo medidas cada vez más duras.


Serán medidas importantes para que los bancos tengan solvencia”.


¿Hay oportunidades en el sector financiero español o se descarta por completo hasta que salgan los resultados de los test?
“No habrá ninguna sorpresa. Todos aprobarán.

Si nos fijamos en los mercados, se comienza a hablar de que podría ser el momento de aprovechar las recientes caídas para entrar hasta final de año."

Al menos en el mercado español. ¿Cree que es así o recomiendan mantenerse fuera?
“Sería más bien conservador. Quizás en algún banco que mantenga un dividendo muy alto y que va a pasar con buena nota los test”.

¿Y en el mercado americano?
“Me mantendría fuera. En mi opinión, hemos visto los altos para bastante tiempo en los mercados. No estaría muy eufórico en las bolsas”.

¿De qué valores/sectores está compuesta su cartera actualmente?
“En Estados Unidos el crecimiento ya ha empezado a florecer y quizás haya alguna oportunidad. En Europa no está claro. Estados Unidos es un sitio más seguro que Europa.

Hay que tener valores que siempre han sido sólidos, con buenos dividendos e ingresos recurrentes. Desde hace diez años estamos viendo empresas tecnológicas, Google, Apple y Microsoft, lo suficientemente sólidas como para tenerlas en cartera.

Alguna de telecomunicaciones o cable. Muy conservador y empresas que generen rentas”.

¿Dónde ve actualmente oportunidades?
“Más bien sería partidario de invertir en bonos de países emergentes.

Una oportunidad muy clara es la inversión en crédito. En Estados Unidos, las grandes empresas no tenían tanta liquidez desde hace 50 años. El riesgo está pagando mucho. Es una oportunidad que no sé lo que durará”.