Demasiados frentes abiertos para Bill Gates. Al hombre más rico del mundo se le sigue señalando con el dedo desde que fue dejando paulatinamente sus labores al mando de Microsoft.
El 27 de junio de 2008 se hizo efectiva su marcha de la compañía como directivo con tareas ejecutivas. Únicamente se quedó como presidente, pero sin funciones ejecutivas. Toda la responsabilidad recayó en las manos de Ballmer, su fiel amigo desde que estudiaron juntos en Harvard y que ya era el consejero delegado desde el año 2000. (Ver Indicador Premium de Microsoft
)

Justo desde ese instante le empezaron desbordar los asuntos pendientes al empresario de Seattle para con la empresa que fundó en 1975. ¿Su decisión fue una apuesta demasiado arriesgada teniendo en cuenta el momento en el que decidió abandonar sus responsabilidades? Gates decidió centrarse en su "Fundación, Bill y Melinda Gates", mientras que la cotización iba cayendo en los mercados, y a nivel de credibilidad en el mercado tecnológico tras la presentación del Windows Vista.

La cotización de Microsoft pasó de llegar al máximo de 50 dólares el año 2000, justo cuando el CEO saliente se hizo con las riendas ejecutivas de la empresa. Un techo que jamás se ha reconquistado en la era Ballmer, pese a la gran dimensión que arrastra la compañía. Es otro asunto que le queda a Gates en el tintero.

Cotización histórica de Microsoft


Esta mala sensación después de que Gates abandonase sus responsabilidades fue in crescendo a medida que el tiempo avanzaba. Su confianza en Ballmer cada vez ha sido más cuestionada por sus propios inversores y el anuncio de que éste dejará la compañía en los próximos 12 meses no ha hecho más que provocar un estado de ebullición en su accionariado, cuando unos años atrás estaba en calma chicha.

Tanto es así que 3 de los inversores más influyentes de la firma tecnológica con sede en Redmond han pedido la dimisión de su fundador para terminar de hacer el lavado de cara necesario, según una información de la agencia Reuters. (Ver noticia)

Consideran que Bill Gates ha dejado tirada a su suerte a la empresa, mientras utiliza sus dos manos continuamente para la mejora de su fundación. Este grupo está preocupado del papel que pueda ejercer Gates cuando el nuevo CEO llegue a la compañía. Es decir, que pueda bloquear la adopción de nuevas estrategias y limite el poder de un nuevo ejecutivo para hacer cambios sustanciales en el negocio. En particular, señala su papel en la búsqueda comisión especial para el sucesor de Ballmer. (Ver Microsoft busca ejecutivo visionario para devolver el glamour)

La situación de Microsoft

En tan sólo dos años el mercado de los PC’s ha caído en foso que nadie había previsto. Los expertos consideran que Microsoft no ha mantenido el liderazgo de las tecnológicas, mientras que compañías como Google y Amazon le han ganado terreno, sobre todo, en lo que respecta al clouding. Sin embargo en términos de valoración, destaca que su PER (12) es casi la mitad que el de Google (24).

En la última reunión con inversores, Microsoft anunció que trabajan en su mejora en dicho área y que para ello prevén un CAPEX de 6.500 millones de dólares para el ejercicio fiscal de 2014. El dato sería una cifra bastante superior a la que estimaban la mayor parte de los expertos. Sin ir más lejos, Citi trabajaba en sus modelos con 4.800 millones de dólares.

Aunque no es la única tarea pendiente que tiene la compañía de Bill Gates. Otra de las áreas que quiere sacar a flote es la de los teléfonos móviles. Ahí Android y Apple están ejerciendo su dominio en los últimos años.

Como muestra de ello, la operación de compra de Nokia por 7.100 millones de dólares ha sido un punto de inflexión de las intenciones de la compañía. Si eso será lo necesario y si será la única medida que adoptará el nuevo CEO, que será elegido por el consejo, donde Bill Gates tiene derecho a voto, el tiempo lo dirá.

Pero si hay un terreno en el que la empresa tecnológica ha incidido en los últimos tiempos es en el del negocio de las tablets. El reciente lanzamiento de la Surface 2, como alternativa a iPad y Galaxy Tab, es una de las últimas grandes apuestas de Ballmer.

Por tanto, Bill Gates tiene mucho que decir en lo que respecta a Microsoft y la política que quiere llevar a cabo. Sigue siendo el accionista mayoritario, dado que posee el 4,5% del accionariado todavía, y aunque no tiene funciones ejecutivas su voz tiene mucho peso dentro del consejo de administración. El multimillonario de Seattle aún tiene mucho que decir al respecto.

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