Si la bolsa fuese un termómetro que midiese la culpabilidad, hoy todo ha quedado claro. Apenas un segundo después de que Microsoft hubiera colgado el comunicado que indicaba que su CEO, Steve Ballmer, se retirará en los próximos 12 meses y que están buscando sustitutos, las acciones de la compañía se disparaban en bolsa. El veredicto es claro, para los inversores el culpable del ensimismamiento de Microsoft es Steve Ballmer. 

Pero, ¿quién es este directivo?

Ballmer, de 57 años, esta graduado en matemáticas aplicadas y economía y había conocido a Gates en la Universidad. Llegó a Microsoft en los 80 y en la actualidad es uno de sus principales accionistas. Tiene un 4% del capital de la empresa y esto lo convierte en uno de los hombres más ricos del mundo.

Para muchos es un ejecutivo ejemplar, que ha sabido dirigir las riendas de una compañía que Bill Gates abandonaba en el año 2000 en pleno crack de las puntocom. Con las acciones en máximos, por encima de 50 dólares, Steve Ballmer supo gestionar un monstruo, pero sólo durante un tiempo-. Todo el mundo le reconoce haber sido el directivo que puso Windows Vista en el mercado.

Pero a Ballmer, a quiénes todos definen como fuerte, trabajador y vehemente (basten ver sus intervenciones)  le faltaba algo. Simplemente no era Bill Gates. No era un visionario de la tecnología. Eso es lo que piden los inversores. 

Los analistas achacan a Ballmer que se ha quedado atrás. Uno de sus colaboradores , entrevistado por Bloomberg Televisión decía que Microsoft debe buscar una persona que sea capaz de sacar lo mejor de cada uno de los negocios de la compañía y exprimirlo. Y ponía el dedo en la herida: “cuando una empresa de tecnología pierde el momentum es muy difícil recuperarlo”. Esa será la tarea del nuevo directivo.

Ponerse en la piel de Bill Gates y ser capaz de imaginar soluciones para una época que poco tiene que ver ya con lo que el fundador de Microsoft y su compañero de Universidad habían conocido.

Las tablets mataron a la estrella de los PC's

En sólo un par de años el mercado de los PC’s ha caído en desgracia. Lo vemos con otras compañías como Dell. Los expertos señalan que Microsoft no ha sabido mantener su liderazgo en negocios como la nube, en donde claramente dominan empresas como Amazon o Google. Y apuntan a que sus dispositivos móviles, los que utilizan el sistema Windows, andan muy a la zaga de otros, como los que usan Android o Apple.

El número uno de la clase de tecnología sigue en los puestos de cabeza, pero ya no es el líder. Además, uno de los analistas de tecnología más prestigiosos de Wall Street, Moerder, de Sandford C. Bernstein apuntaba que Microsoft estaba decepcionando a los inversores en algunas de sus reclamaciones.

¿Será positivo el cambio? Los expertos lo tienen claro. Dependen de quién elijan.

Horas después del anuncio la red se llena de apuestas sobre el sustituto de Ballmer. Hay quienes aseguran que la última reestructuración del negocio que hizo el actual CEO de la compañía, y que dividía la empresa en cuatro negocios, era una manera de ir seleccionando candidatos internos. Pero, ¿será un directivo de la casa o vendrá de fuera? (Ver una de las listas de candidatos)

Nadie lo tiene muy claro. Aunque todo el mundo especulaba con la posibilidad de la marcha de Ballmer, nadie sabía que iba a ser tan pronto.

Los requisitos del puesto

Lo que sí está claro es que el próximo directivo tendrá que tener toda una serie de cualidades: ser un buen gestor que sepa dirigir una de las mayores compañías del mundo, ser un visionario de la tecnología y estar capacitado para calzarse los zapatos de Bill Gates, ganar la batalla a la caída del mercado de PC’s –sólo el pasado trimestre se vendieron un 11% menos), liderar la guerra de los dispositivos móviles y ser capaz de conquistar la nube.

Por supuesto, el propio Ballmer ha dicho que tiene que ser un candidato capaz de liderar la compañía en el largo plazo. Esto implica que la capacidad de visualizar el futuro le deberá permitir anticiparse a la competencia. No parece una tarea fácil. Por cierto, ni inversores ni usuarios le permitirán traspiés como Surface o Windows 8.

Tal y como decía un famoso periodista de la televisión americana sólo unas horas después de conocerse la decisión de Ballmer “be carefull what you wish for” (cuidado con lo que desean).

Ahora si cabe, los inversores estarán más pendientes de lo que pasa con Microsoft y no perdonarán lo que han permitido a Ballmer. Según Bloomberg, desde que llegó a la empresa en 2000, la capitalización ha caído a la mitad y nunca recuperó el umbral de los 50 dólares. Los expertos confían en que puede ser una opción de compra. Pero, ¿está capacitada Microsoft para recuperar el brillo?



No es tarea fácil, el propio Bill Gates está en el Comité que decidirá el nombre del sustituto de Ballmer. Tienen 12 meses para hacerlo. En ese momento Ballmer abandonará una compañía que, según el mismo, ama tanto como para dejar su gestión en manos de otro.