Después de conocerse que en las últimas actas de la Fed se anticipa una subida muy temprana de los tipos en Estados Unidos. ¿Podemos esperar correcciones más severas en el mercado norteamericano?

No lo creo. En primer lugar las actas me parece que no cambian demasiado esas sensaciones previas que había. Hay tres miembros que votaron en la reunión de septiembre a favor de subir los tipos de interés. Los argumentos que dan son conocidos. Por un lado que la economía americana podría recalentarse y eso luego podría exigir un endurecimiento monetario más duro del que ahora prevé la Fed. Además eso ya podría hacer perder credibilidad a la Fed, que ya podría enlazar con subir los tipos de interés muchos meses sin que se dé el paso. Creo que ahora mismo el mercado descuenta con un 70% de posibilidades que en el mes de diciembre se vayan a subir los tipos de interés. A mí me parece que la confirmación de esa noticia no sería suficiente para provocar una fuerte corrección ni mucho menos. Pienso que además podría estar descontada. Lo estamos viendo con el dólar, que se ha apreciado claramente por esta mayor seguridad de que la Fed suba tipos en diciembre. Cuando en el año pasado en diciembre subió tipos el mercado siguió subiendo, luego es verdad que en enero comenzó a caer y después se desplomó con la devaluación del yuan. Esa referencia creo que es válida para este año.

No creo que el mercado norteamericano se vaya a revalorizar más. De hecho creo que desde los máximos históricos que hemos visto este año en el entorno de los 2.200 puntos para el S&P 500 no hay mucho recorrido. Pero tampoco creo que el mercado vaya a caer con fuerza porque vaya a haber una subida de tipos de interés de un cuarto de punto.

¿Qué se puede esperar de la temporada de resultados en Estados Unidos?

Los resultados empresariales en Estados Unidos en Wall Street llevan cinco trimestres cayendo. Creo que va a ser el sexto trimestre en el que caigan los beneficios. Las expectativas apuntan a una caída del 2,3%. Es decir, son bajas. Pero precisamente el hecho de que se dé por hecho de que los beneficios vayan a caer en los dos últimos trimestres ha servido de ayuda para que la temporada finalmente fuese considerada un éxito porque los beneficios cayeron menos de lo que se temían. Finalmente el porcentaje de empresas que presentaron resultados por encima de lo esperado fue elevado, en torno al 70%, lo cual ayudó en los dos últimos trimestres a que la temporada de resultados, lejos de hacer daño, incluso ayudó moderadamente a Wall Street. Creo que vamos a ver algo parecida. Me parece que las estimaciones están muy bajas, a poco que los beneficios caigan menos a lo que el mercado teme la respuesta de Wall Street puede no ser negativa. Luego son importantes las empresas que pueden mover al mercado. Lo que hagan los bancos por ejemplo, Apple, las empresas del sector tecnológico… Luego también depende mucho de cómo se distribuyan en las compañías esos resultados para que pueda ser mejor o peor.

Después de la fuerte escalada del petróleo hemos vuelto a ver correcciones en el precio. ¿Piensa que puede volver a visitar la parte baja del rango en torno a los 45 dólares?

Podría ser. Lo que creo es que desde estos máximos anuales que hemos tenido en los 53 dólares a mí me parece que en el corto plazo no puede haber demasiado recorrido alcista. No veo al petróleo en los 60 dólares. Creo que en general ese rango entre los 45 y 50 dólares es la zona de confort del petróleo. Pienso que lo normal es hablar de un petróleo en el entorno de los 50 dólares para los próximos meses. Momentáneamente nos hemos ido por encima. Parece que Rusia también es partidaria de recortar la producción, pero hay que tener en cuenta algunos factores bajistas como la apreciación del dólar y que apunta a que va a continuar. El hecho de que la producción de la OPEP esté en máximos históricos aunque se congele o reduzca mínimamente va a seguir en máximos históricos también es un factor no demasiado alcista para el petróleo. En general los 50 dólares me parece que es un poco el precio objetivo para el petróleo para los próximos meses.

En cuanto a España, ¿dónde cree que pueden estar las sorpresas para la campaña de resultados del tercer trimestre? ¿Cuáles son las compañías que podemos poner en el radar?

No sé si tanto las sorpresas pero el foco de atención va a estar puesto por supuesto en el sector bancario y especialmente en los dos grandes bancos que son un poco una vara de medir de distintas realidades de cómo funciona la banca en España, de cuál es la situación de Latinoamérica, en el caso de Santander en el Reino Unido. Los dos grandes bancos representan el 25% de la capitalización del Ibex 35 y uno de cada cuatro puntos del selectivo al alza y a la baja depende de los dos grandes bancos. Creo que luego también el foco de atención va a estar muy puesto en Telefónica, especialmente con sus últimas malas noticias. Creo que también Inditex es otro foco de atención. Ese éxito de la cotización de Inditex normalmente exige que presente unos resultados muy positivos para que tenga esos niveles la acción. Luego creo que el sector constructor requiere cierta atención.

Por otro lado, Telefónica sigue siendo uno de los nombres protagonistas con sus filiales O2 y Telxius. ¿Cree que conseguirá salir adelante o puede peligrar verdaderamente su dividendo?

Creo que el dividendo peligra. Esto  no quiere decir que sea inminente un recorte de dividendo, pero que su dividendo no es 100% seguro a mí me parece obvio. Así lo reflejan los inversores cuando canceló la salida a bolsa de Telxius. El valor cayó con fuerza porque se temió lo peor. Le ha fallado el plan A y el plan B. El plan C puede ser tocar el dividendo. La verdad es que el dividendo de Telefónica es muy ambicioso teniendo en cuenta que la compañía tiene grandes problemas con un endeudamiento desorbitado. Parece que la prioridad de Telefónica es desapalancarse para mejorar su rating. La segunda prioridad probablemente sea mantener el dividendo pero me parece que eso está suscrito a que el primero objetivo finalmente salga adelante. Entonces el dividendo en Telefónica está en peligro y me parece que es una compañía que ofrece de momento muchas incertidumbres como para apostar por ella.