Hoy, el octogenario ha vuelto a aparecer en una conferencia que organizaba una conocida consultora en Nueva York. En esta ocasión ha dirigido su discurso hacia el sector que, en su opinión, está retrasando la recuperación económica en Estados Unidos.

“Lo que yo veo es que la construcción es un peso muerto”, ha afirmado Greenspan. “El resto de recuperaciones de las crisis posteriores a la II Guerra Mundial, ha estado comandado por la construcción o por los sectores de bienes duraderos
”, apuntaba.

Sin embargo, en esta ocasión la causa de la crisis estuvo muy centrada en este mismo sector y aún no ha sido capaz de remontar el vuelo, sobre todo por la falta de demanda de una población que sigue envuelta en un entorno de bajos tipos de interés.

La agencia Bloomberg recordaba que, según los últimos datos oficiales, el número de viviendas iniciadas estaba en 1,09 millones en julio, por debajo de la media de 20 años, que se sitúa en 1,35 millones.

En opinión del presidente de la FED desde el 87 al 2006 las empresas aún no han comenzado a invertir con fuerza porque, “no hay certeza acerca del futuro en los próximos años”, ha dicho.

Alan Greenspan hace estas declaraciones precisamente una semana antes de que la FED vuelva a reunirse para probablemente tomar la decisión de seguir reduciendo la cantidad de dinero que destina a la compra de activos. Si todo va como se espera, el próximo miércoles podría anunciar un nuevo recorte de 10.000 millones de dólares, que dejaría la partida de la autoridad monetaria para compra de bonos y MBS en 15.000 millones de dólares. Está previsto que el tapering finalice el próximo mes de noviembre.

El próximo debate no es tanto el tapering que pone fin al QE3 que ha permitido una subida de las bolsas de más de un 180%, en el caso del S&P, sino la subida de los tipos de interés.

Greenspan ha dicho que seguramente subirán, pero que él desconoce cuándo puede producirse el primer encarecimiento del dinero.

Sin embargo sí ha hablado de la falta de vigor de los precios y la baja inflación. En opinión del ex presidente de la FED “la razón para la falta de inflación –y lo será en el inmediato futuro- es que la economía mundial sigue sin funcionar a pleno rendimiento”, ha afirmado.