Los cisnes negros de los inversores en 2019

Este reportaje fue publicado íntegramente en el número de diciembre de la revista de Estrategias de Inversión

Hasta la llegada de los primeros exploradores a Australia en el siglo XVII, en Europa se pensaba que todos los cines eran blancos. De ahí saca el nombre para su teoría el economista Nassim Nicholas Taleb. Dicha teoría describe, en el ámbito económico, aquellos sucesos que ocurren de manera inesperada, prácticamente imprevisibles, y que generalmente tienen un gran impacto (negativo).

Todos los años existen cisnes negros pero quizá lo más recomendable no sea centrarse en descubrir estos eventos inesperados, más en un contexto en el que los mercados financieros deben hacer frente a numerosos factores que han lastrado su comportamiento a lo largo de 2018 y que, según la opinión común de los expertos, seguirán pesando en 2019. El presidente de Buy&Hold, Julián Pascual subraya que “históricamente, los inversores que han acertado alguno de estos cisnes negros, solo lo han hecho una única vez, lo que demuestra que ha sido más suerte que análisis macroeconómico, al igual que la persona que acierta el número de la lotería”.

De esta forma, para el próximo año, los analistas coinciden en poner el foco sobre factores que ya han causado estragos en los mercados a lo largo de este ejercicio. También señalan como la principal amenaza para los mercados en 2019  la reducción del crecimiento económico, así como el papel que jueguen los bancos centrales en este escenario. Según explica Gunther Westen, director de asignación de activos en ODDO BHF Asset Management, “la cuestión central sigue siendo si la Reserva Federal (Fed) se va a volver muy restrictiva en 2019, lo que podría llevar a EEUU a una desaceleración o, incluso a una recesión”, aunque apunta que a ellos esta visión todavía les parece prematura.

Y es que EEUU se enfrenta al mercado alcista más largo de la historia reciente y tiene por delante algunos desafíos propios de un ciclo maduro. Con la economía funcionando casi a plena capacidad, la Fed está en el proceso de subir los tipos de interés para contener las presiones inflacionarias. Si el banco central endurece la política demasiado rápido, la economía podría caer en recesión. “Con el cambio de política monetaria de la Fed, es cuestión de tiempo que pinche la burbuja y veamos un nuevo mercado bajista. Personalmente soy muy negativo para 2019”, subraya el estratega de mercados y director de método trading de XTB, Pablo Gil.

En cuanto al Banco Central Europeo (BCE), el presidente de Buy&Hold, Julián Pascual, afirma que el organismo, “al menos mientras siga Draghi al frente, va a ser muy cuidadoso con la retirada de estímulos y el aumento de tipos de interés, por lo que en caso de un empeoramiento económico lo retrasaría el tiempo necesario”.

En su última comparecencia, el BCE comentó que no subirá los tipos hasta después del verano en 2019. Sin embargo, en opinión de Gil esto “no implica que los vaya a subir, sino que ni se lo va a plantear antes de dicha fecha”. Además, advierte de que “teniendo en cuenta la ralentización económica que se lleva registrando en Europa todo este año, si las cosas siguen por esta línea, no veremos subidas de tipos en mucho tiempo en la zona euro”. El mayor problema es que si se desata otra crisis económica global en 2019 no hay mucho margen de maniobra desde el punto de vista de política monetaria porque los tipos ya están al 0%.

 

 

La visión positiva la pone el director de gestión de Ethenea, Thomas Herbert, quien considera que las economías de EEUU y la eurozona deberían seguir creciendo por encima de su potencial bien entrado 2019”. “Como resultado, es probable que el crecimiento de los beneficios se desacelere, pero siga siendo positivo”, destaca.

Uno de los motivos que pueden frenar a la economía en 2019 son las tensiones comerciales, hecho que también ha generado bastante incertidumbre en este ejercicio. “La guerra comercial entre EEUU y China, especialmente, está teniendo efectos negativos en el comercio mundial, en el crecimiento económico y genera presiones inflacionistas”, apunta Gil.

Otro de los factores señalados es que finalmente se produzca un 'brexit duro'. Mientras continúan las negociaciones para el acuerdo de salida de Reino Unido de la Unión Europea, Pascual resalta que si finalmente la marcha se produce “sin un acuerdo, afectaría gravemente a la cadena de suministro de la mayoría de industrias y a diversos sectores como el bancario y las aerolíneas, con un fuerte impacto sobre la economía”. Además, el puesto de Theresa May al frente del país lleva meses en el aire, situación que se ha agravado ante la dificultad de aprobar el acuerdo en el Parlamento británico. En el caso de que la premier tenga que abandonar su cargo podría pasar cualquier cosa, desde que el sustituto de May plantee un segundo referéndum o que haya que renegociar los términos del acuerdo una vez más.

En 2019, Italia también podría seguir ocupando titulares. El continuo enfrentamiento entre la UE y el gobierno de transalpino ha supuesto un aumento de la prima de riesgo italiana de más de 100 puntos básicos en los últimos meses. Un empeoramiento de esta situación, con un mayor aumento del diferencial, podría provocar una situación insostenible de la economía y de la deuda italiana con consecuencias imprevisibles. El director de inversiones de Fidelity International, Andrea Iannelli, resalta que “la Comisión Europea ha calificado la desviación de los objetivos como un hecho sin precedentes”. Pero no solo es Bruselas, destaca, “sino también las agencias de rating han expresado su inquietud por su situación financiera”. Y es que el italiano es el país de la UE que menos reformas estructurales ha hecho y muestra una de las tasas de crecimiento más bajas de Europa. Además, su nivel de deuda sobre PIB es el más alto de la UE y la coalición de Gobierno entre La Liga y el Movimiento Cinco Estrellas muestran posiciones antagónicas en muchas materias, lo que podría dificultar un plan económico viable para los próximos años.

Los cisnes negros de los inversores en 2019

Después de que durante una década, los mercados emergentes se hayan beneficiado de los bajos tipos de interés, de la baja inflación, de la inversión extranjera directa y del auge de las materias primas; ahora no atraviesan por su mejor momento. Los señalados son Argentina, México, Brasil y Turquía.

Sin embargo, el director de ventas de Vontobel AM en España, Ricardo Comín, explica que mientras que algunos ven el final de la rentabilidad de las acciones de los países emergentes, ellos consideran “el clima actual como una nueva racha de viento en contra dentro de una senda de crecimiento que dura ya décadas”. En la misma línea, desde ODDO destacan que “en general, los mercados emergentes parecen relativamente baratos en relación con los mercados desarrollados y podrían experimentar un repunte significativo”. Pero las circunstancias de los cuatro países mencionados son distintas. En el caso de México y Brasil, el principal riesgo es político y no económico. Respecto a Turquía y Argentina, ambos países se enfrentan a una situación económica más complicada, después de la devaluación de casi el 50% vivida por sus economías, con el agravante de que en el caso de Argentina, se enfrenta a unas elecciones presidenciales en el 2019.

¿Y qué pasará en España? Parece que la mayor incertidumbre sobre el país es la posible celebración de elecciones generales, algo que no sería necesariamente negativo para la bolsa española. Los expertos también coinciden en señalar que la sensación de debilidad e interinidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha lastrado al mercado nacional, por lo que el anuncio de unos comicios puede ser bien recibido, sobre todo en función de los porcentajes de votos que otorguen las encuestas.

Con todo, parece que las previsiones para los mercados durante el próximo año no invitan al optimismo. Y eso dejando a un lado los posibles cisnes negros. Sin embargo, no hay que perder la esperanza de que a veces, las sorpresas, también en economía, pueden ser positivas.