Para muchos una locura. Tener los bemoles para comprar deuda griega es una empresa arriesgada. O se puede perder absolutamente toda la inversión, o se puede obtener un rendimiento espectacular con el paso del tiempo.

De hecho, el bono griego a 2 años ha subido en rentabilidad por encima del 40% por primera vez desde el 2014, según señalaba ayer José Luis Cárpatos, analista independiente, lo que
“lleva implícito un serio riesgo de quiebra. Si el gobierno griego no consigue enderezar esto a la mayor brevedad, no va a tener vueltas atrás”.

¿Pero cuál es la situación de Grecia? En Julius Baer estiman que hasta mediados de mayo le vencen unos 3.000 millones de euros y creen que “Atenas tendrá que llegar a una solución pronto”.  (Ver: Así camina Grecia por el borde del abismo

Tampoco hay que obviar que cuando termine este mes de abril, el ejecutivo tendrá que sacar de una caja en la que ya no queda prácticamente nada unos 1.700 millones de euros para hacer frente al pago de los salarios del sector público y las pensiones.

The Wall Street Journal publicaba que Rusia prepara un préstamos de unos 5.000 millones de euros, que podría ayudarles a extender las negociaciones.

Con todo, muchos expertos consideran que al final habrá acuerdo. Lo creen así en Julius Baer, que dicen que “al final el gobierno griego llegará a un acuerdo con sus acreedores para que sea liberado un nuevo tramo del programa de rescate valorado en 7.200 millones de euros”. En esta gestora afirman que en estas circunstancias aseguran que no apuestan por mantener deuda griega hasta que la situación se aclare.

Por eso, desde Estrategias de Inversión queremos preguntar si este es el momento más adecuado, pese a todo, para arriesgar y comprar bonos de Grecia.

¿Es el momento de comprar bonos griegos ahora?